jueves, 15 de febrero de 2018

[ † ] Jueves del Santísimo Sacramento. 15/02/2018. Beato Miguel Sopocko ¡ruega por nosotros!

JA

JMJ

Pax

El que pierda su vida por mí, la salvará

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 22-25

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho, que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que lo matarían y que al tercer día resucitaría.
Entonces se puso a decir a todo el pueblo:
"El que quiera venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y me siga.
Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si se pierde o se arruina a sí mismo?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Catecismo 2181: La Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio (cf CIC can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave."

 

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

Jueves de Ceniza

Antífona de Entrada

Clamé al Señor, escuchó mi voz y me libró de los que me atacaban. Encomienda a Dios tus afanes y él te sustentará.

 

Oración Colecta

Oremos:
Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu amor.
 
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Hoy pongo delante de ti la bendición y la maldición

Lectura del libro del Deuteronomio 30, 15-20

Esto dice el Señor:
"Mira, hoy pongo ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia. Si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que yo te prescribo hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos y observando sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, vivirás y serás fecundo, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomar posesión de ella. Pero si tu corazón se desvía, si no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les das culto, yo declaro hoy que ustedes morirán irremediablemente; no vivirán mucho tiempo en la tierra a la que entrarán para tomar
posesión de ella después de pasar el Jordán.
Pongo hoy por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; ante ti están la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida y vivirán tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz y
 
uniéndote a él, pues él es tu vida y el que garantiza tu presencia en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados, a Abrahán, Isaac y Jacob".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 1, 1-2.3.4-6

Dichoso el hombre que confía en el Señor.

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se entretiene en el camino de los pecadores, ni se sienta con los arrogantes, sino que pone su alegría en la ley del Señor, meditándola día y noche.
Dichoso el hombre que confía en el Señor.

Es como un árbol plantado junto al río: da fruto a su tiempo y sus hojas no se marchitan; todo lo que hace le sale bien.
Dichoso el hombre que confía en el Señor.

No sucede lo mismo con los malvados ni los pecadores en la asamblea de los justos, porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los malvados lleva a la perdición. Dichoso el hombre que confía en el Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Honor y gloria a ti, Señor Jesús. 
Arrepiéntanse, dice el Señor; porque ya está cerca el Reino de los cielos.
 
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Evangelio

El que pierda su vida por mí, la salvará

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 22-25

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho, que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que lo matarían y que al tercer día resucitaría.
Entonces se puso a decir a todo el pueblo:
"El que quiera venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y me siga.
Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si se pierde o se arruina a sí mismo?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas que te presentamos, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Significación espiritual de la Cuaresma

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. 
Por él concedes a tus hijos anhelar, año tras año, con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que, dedicados con mayor entrega a la alabanza divina y al amor fraterno, por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos de Dios.
 
Por eso,
 
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Señor, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Favorecidos con el don del cielo te pedimos, Dios todopoderoso, que esta Eucaristía nos alcance siempre el perdón y la salvación.
 
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Meditación diaria

Cuaresma. Jueves después de Ceniza

LA CRUZ DE CADA DÍA

— No puede haber un Cristianismo verdadero sin Cruz. La Cruz del Señor es fuente de paz y de alegría.

— La Cruz en las cosas pequeñas de cada día.

— Ofrecer las contrariedades. Detalles pequeños de mortificación.

I. Ayer comenzó la Cuaresma y hoy nos recuerda el Evangelio de la Misa que para seguir a Cristo es preciso llevar la propia Cruz: También les decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame1.

El Señor se dirige a todos y habla de la Cruz de cada día. Estas palabras de Jesús conservan hoy su más pleno valor. Son palabras dichas a todos los hombres que quieren seguirle, pues no existe un Cristianismo sin Cruz, para cristianos flojos y blandos, sin sentido del sacrificio. Las palabras del Señor expresan una condición imprescindible: el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo2. "Un Cristianismo del que se pretendiera arrancar la cruz de la mortificación voluntaria y la penitencia, so pretexto de que esas prácticas son residuos oscurantistas, medievalismos impropios de una época humanista, ese Cristianismo desvirtuado lo sería tan solo de nombre; ni conservaría la doctrina del Evangelio ni serviría para encaminar en pos de Cristo los pasos de los hombres"3. Sería un Cristianismo sin Redención, sin Salvación.

Uno de los síntomas más claros de que la tibieza ha entrado en un alma es precisamente el abandono de la Cruz, de la pequeña mortificación, de todo aquello que de alguna manera suponga sacrificio y abnegación.

Por otra parte, huir de la Cruz es alejarse de la santidad y de la alegría; porque uno de los frutos del alma mortificada es precisamente la capacidad de relacionarse con Dios y con los demás, y también una profunda paz en medio de la tribulación y de dificultades externas. La persona que abandona la mortificación queda atrapada por los sentidos y se hace incapaz de un pensamiento sobrenatural.

Sin espíritu de sacrificio y de mortificación no hay progreso en la vida interior. Dice San Juan de la Cruz que si hay pocos que llegan a un alto estado de unión con Dios se debe a que muchos no quieren sujetarse "a mayor desconsuelo y mortificación"4. Y escribe el mismo santo: "Y jamás, si quiere llegar a poseer a Cristo, le busque sin la cruz"5.

No olvidemos, pues, que la mortificación está muy relacionada con la alegría, y que cuando el corazón se purifica se torna más humilde para tratar a Dios y a los demás. "Esta es la gran paradoja que lleva consigo la mortificación cristiana. Aparentemente, el aceptar y, más, el buscar el sufrimiento parece que debiera hacer de los buenos cristianos, en la práctica, los seres más tristes, los hombres que "peor lo pasan".

"La realidad es bien distinta. La mortificación solo produce tristeza cuando sobra egoísmo y falta generosidad y amor de Dios. El sacrificio lleva siempre consigo la alegría en medio del dolor, el gozo de cumplir la voluntad de Dios, de amarle con esfuerzo. Los buenos cristianos viven quasi tristes, semper autem gaudentes (2 Cor 6, 10): como si estuvieran tristes, pero en realidad siempre alegres"6.

II. "La Cruz cada día. Nulla dies sine cruce!, ningún día sin Cruz: ninguna jornada, en la que no carguemos con la cruz del Señor, en la que no aceptemos su yugo (...).

"El camino de nuestra santificación personal pasa, cotidianamente, por la Cruz: no es desgraciado ese camino, porque Dios mismo nos ayuda y con Él no cabe la tristeza. In laetitia, nulla die sine cruce!, me gusta repetir; con el alma traspasada de alegría, ningún día sin Cruz"7.

La Cruz del Señor, con la que hemos de cargar cada día, no es ciertamente la que produce nuestros egoísmos, envidias, pereza, etcétera, no son los conflictos que producen nuestro hombre viejo y nuestro amar desordenado. Esto no es del Señor, no santifica.

En alguna ocasión, encontraremos la Cruz en una gran dificultad, en una enfermedad grave y dolorosa, en un desastre económico, en la muerte de un ser querido: "(...) no olvidéis que estar con Jesús es, seguramente, toparse con su Cruz. Cuando nos abandonamos en las manos de Dios, es frecuente que Él permita que saboreemos el dolor, la soledad, las contradicciones, las calumnias, las difamaciones, las burlas, por dentro y por fuera: porque quiere conformarnos a su imagen y semejanza, y tolera también que nos llamen locos y que nos tomen por necios.

"Es la hora de amar la mortificación pasiva, que viene –oculta o descarada e insolente– cuando no la esperamos"8. El Señor nos dará las fuerzas necesarias para llevar con garbo esa Cruz y nos llenará de gracias y frutos inimaginables. Comprendemos que Dios bendice de muchas maneras, y frecuentemente, a sus amigos, haciéndonos partícipes de su Cruz y corredentores con Él.

Sin embargo, lo normal será que encontremos la Cruz de cada día en pequeñas contrariedades que se atraviesan en el trabajo, en la convivencia: puede ser un imprevisto con el que no contábamos, el carácter difícil de una persona con la que necesariamente hemos de convivir, planes que debemos cambiar a última hora, instrumentos de trabajo que se estropean cuando más necesarios eran, molestias producidas por el frío o el calor o el ruido, incomprensiones, una leve enfermedad que nos disminuye la capacidad de trabajo en ese día...

Hemos de recibir estas contrariedades diarias con ánimo grande, ofreciéndolas al Señor con espíritu de reparación: sin quejarnos, pues esa queja frecuentemente señala el rechazo de la Cruz. Estas mortificaciones, que llegan sin esperarlas, pueden ayudarnos, si las recibimos bien, a crecer en el espíritu de penitencia que tanto necesitamos, y a mejorar en la virtud de la paciencia, en caridad, en comprensión: es decir, en santidad. Si las recibiéramos con mal espíritu podrían sernos motivo de rebeldía, de impaciencia o de desaliento. Muchos cristianos han perdido la alegría al final de la jornada, no por grandes contrariedades, sino por no haber sabido santificar el cansancio propio del trabajo, ni las pequeñas dificultades que han ido surgiendo durante el día. La Cruz –pequeña o grande– aceptada, produce paz y gozo en medio del dolor y está cargada de méritos para la vida eterna; cuando no se acepta la Cruz, el alma queda desilusionada o con una íntima rebeldía, que sale enseguida al exterior en forma de tristeza y de mal humor. "Cargar con la Cruz es algo grande, grande... Quiere decir afrontar la vida con coraje, sin blanduras ni vilezas; quiere decir transformar en energía moral las dificultades que nunca faltarán en nuestra existencia; quiere decir comprender el dolor humano, y, por último, saber amar verdaderamente"9. El cristiano que va por la vida rehuyendo sistemáticamente el sacrificio no encontrará a Dios, no encontrará la felicidad. Rehúye también la propia santidad.

III. Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo... Además de aceptar la Cruz que sale a nuestro encuentro, muchas veces sin esperarla, debemos buscar otras pequeñas mortificaciones para mantener vivo el espíritu de penitencia que nos pide el Señor. Para progresar en la vida interior será de gran ayuda tener varias mortificaciones pequeñas fijas, previstas de antemano, para hacerlas cada día.

Estas mortificaciones buscadas por amor a Dios serán valiosísimas para vencer la pereza, el egoísmo que aflora en todo instante, la soberbia, etc. Unas nos facilitarán el trabajo, teniendo en cuenta los detalles, la puntualidad, el orden, la intensidad, el cuidado de los instrumentos que utilizamos; otras estarán orientadas a vivir mejor la caridad, en particular con las personas con quienes convivimos y trabajamos: saber sonreír aunque nos cueste, tener detalles de aprecio hacia los demás, facilitarles su trabajo, atenderlos amablemente, servirles en las pequeñas cosas de la vida corriente, y jamás volcar sobre ellos, si lo tuviéramos, nuestro malhumor; otras mortificaciones están orientadas a vencer la comodidad, a guardar los sentidos internos y externos, a vencer la curiosidad; mortificaciones concretas en la comida, en el cuidado del arreglo personal, etcétera. No es preciso que sean cosas muy grandes, sino que se adquiera el hábito de hacerlas con constancia y por amor a Dios.

Como la tendencia general de la naturaleza humana es la de rehuir lo que suponga esfuerzo, debemos puntualizar mucho en esta materia, para no quedarnos solo en los buenos deseos. Por eso en ocasiones será muy útil incluso apuntarlas, para repasarlas en el examen o en otros momentos del día y no dejar que se olviden. Recordemos también que las mortificaciones más gratas al Señor son aquellas que hacen referencia a la caridad, al apostolado y al cumplimiento más fiel de nuestro deber.

Digámosle a Jesús, al acabar nuestro diálogo con Él, que estamos dispuestos a seguirle, cargando con la Cruz, hoy y todos los días.

1 Lc 9, 23. — 2 Lc 14, 27. — 3 J. Orlandis, Ocho bienaventuranzas, Pamplona 1982, p. 72. — 4 San Juan de la Cruz, Llama de amor viva, II, 7. — 5 ídem, Carta al P. Juan de Santa Ana, 23. — 6 R. M. de Balbín, Sacrificio y alegría, Rialp. 2ª ed., Madrid 1975, p. 123. — 7 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 176. — 8 ídem, Amigos de Dios, 301. — 9 Pablo VI, Alocución 24-III-1967.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Fuente: Vatican.va
Miguel Sopocko, Beato Presbítero y Fundador, Febrero 15  

Miguel Sopocko, Beato

Director espiritual de
Santa Faustina Kowalska



Miguel Sopocko nació el 1 de noviembre de 1888 en Nowosady (Juszewszczyzna), en aquel entonces parte de la Rusia Imperial. La autoridad zarista perseguía a la Iglesia Católica, y también a los polacos y lituanos dentro de sus territorios. En la familia Sopocko, que era de noble linaje, las tradiciones polacas y católicas se conservan y fortalecían.

El joven Miguel maduró en esa atmósfera religiosa y patriótica, sentía un fuerte deseo de servicio incondicional a Dios, a la Iglesia y a la humanidad, por ello ingresó al Seminario Mayor de Vilna. El 15 de junio de 1914, fue ordenado al sacerdocio por el Obispo Franciszek Karewicz.

Por cuatro años (1914-1918) laboró como vicario parroquial en Taboryszki, donde abrió dos misioneras en Miedniki y Onżadw, así como diversas escuelas.

Informado por alguien de que las autoridades alemanas de la zona lo buscaban para arrestarlo, el dejó la parroquia y se traslado a Varsovia. Allí asumió el cargo de capellán del ejército polaco. Mientras se dedicaba a su ministerio como capellán, ingresó a estudiar en la Facultad de Teología de la Universidad de Varsovia en la que obtuvo un doctorado. Al mismo tiempo, se graduó del Instituto Pedagógico Nacional. En 1924, se convirtió en uno de los coordinador regional de los capellanes militares, con sede en Vilna.

En 1927, el arzobispo Romuald Jalbrzykowski le encomendó la responsabilidad de ser el Director Espiritual del Seminario Mayor. Durante este mismo período fue profesor en la Facultad de Teología en la Universidad Stefan Batory, también en Vilna. Finalmente pidió al Arzobispo ponerlo en libertad de su pastoral castrense y del seminario. Su deseo era dedicarse totalmente a los estudios teológicos. En 1934, recibió el título de "docente" en teología pastoral. Mientras enseñaba, nunca ha olvidó la importancia del servicio pastoral.

Fue rector de la Iglesia de San Miguel y también sirvió como confesor de Hermanas de la Congregación de María Madre de la Misericordia..

Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Fr. Sopocko se produjo en 1933, cuando se convirtió en el director espiritual de Sor (ahora Santa) Faustina Kowalska. Él siguió prestando asistencia a la Santa después de que fuera trasladada a Łagiewniki, donde ella murió el 5 de octubre de 1938.

Como su confesor, él emprendió una evaluación completa de las experiencias místicas de Sor Faustina sobre la devoción a la Divina Misericordia. Siguiendo un consejo dado por él, ella escribió su "Diario", material que hasta el momento sigue siendo de valiosa inspiración espiritual.

Sor Faustina, apoyándose en las revelaciones del Salvador que experimentaba aún
de llegar a Vilna, le hablaba al padre Sopocko de las indicaciones que recibía durante esas revelaciones. Se trataba de pintar el cuadro del Salvador Misericordioso, establecer el la Fiesta de la Divina Misericordia para el primer domingo después de la Pascua y fundar una nueva Congregación Conventual. La Divina Providencia confió la realización de estas tareas al padre Sopocko.

Apoyado en la doctrina de la iglesia, buscaba los argumentos teológicos que explicaran la existencia de la cualidad de la misericordia en Dios y los fundamentos para fijar como fiesta el día mencionado en las revelaciones. Los resultados de sus investigaciones y los argumentos para introducir el día en el calendario festivo de la iglesia, los presentó en varios artículos en las revistas teológicas y en varios trabajos autónomos acerca del tema de la Divina Misericordia.

En junio de 1936 en Vilna, publicó el primer folleto titulado "Divina Misericordia" con la imagen de Jesucristo Misericordioso en la portada (creado por el artista Eugeniusz Kazimirowski). Envió esa publicación a todos los obispos reunidos en la conferencia del Episcopado en Czestochowa. Sin embargo, no recibió ni una respuesta de alguno de ellos. El segundo folleto titulado "Divina Misericordia en la liturgia" se publicó en 1937 en Poznan.

En 1938, él estableció un comité para construir la Iglesia de Divina Misericordia en Vilna. Sin embargo, este esfuerzo tuvo que ser detenido al iniciar la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de la guerra y la ocupación alemana, Fr. Sopocko persistió en sus esfuerzos para promover la devoción a la Divina Misericordia. Lleno de celo, ayudó constantemente a aquéllos que fueron oprimidos y amenazados con el exterminio, por ejemplo, las numerosa población judía. Afortunadamente, él logró evitar ser arrestado.

En 1942, junto con los profesores y estudiantes del seminario, fue obligado a ocultarse cerca de Vilna. Permanecería oculto por dos años, fue en ese tiempo que Fr. Sopocko tuvo un rol importante en la creación de una nueva Congregación Religiosa. Según las revelaciones de Sor Faustina, esta Congregación tendría como fin promover la devoción a la Divina Misericordia. Después de la Guerra, él escribió la Constitución de la Congregación, y trabajó activamente en el crecimiento y desarrollo de lo que nosotros conocemos como la Congregación de las Hermanas de la Divina Misericordia.

En 1947, Arzobispo Jalbrzykowski, que desde dos años antes estaba en Bialystok con su Curia diocesana, buscó que Fr. Sopocko se trasladara a esa ciudad. Él aceptó una posición como profesor en el Seminario Mayor Arquidiocesano. Allí enseñó pedagogía, caterética, homilética, teología pastoral, y espiritualidad. Adicionalmente, continuó impulsando el apostolado de la Divina Misericordia. También hizo serios esfuerzos para obtener la aprobación oficial para la devoción a la Divina Misericordia de las autoridades de la Iglesia. Fr. Sopocko trabajó incansablemente en los fundamentos bíblicos, teológicos y pastorales para explicar la verdad doctrinal acerca de la devoción de Divina Misericordia. Sus publicaciones se tradujeron a numerosos idiomas, entre ellos: latín, inglés, francés, italiano, y portugués.

Fr. Miguel Sopocko murió el 15 de febrero de 1975, en su apartamento en Calle Poleska. Aclamado popularmente para su santidad fue enterrado en el cementerio de la parroquia en Bialystok. Luego de iniciado el proceso para su Beatificación, su cuerpo se trasladó a la Iglesia de la Divina Misericordia el 30 de noviembre de 1988.

Fue beatificado el 28 de septiembre de 2008 en el Santuario de la Divina Misericordia en Bialystok, bajo el pontificado de S. S. Benedicto XVI. Recemos por su pronta canonización.

 

Para bajar el Diario completo de Santa Faustina favor de visitar:

www.Divina-Misericordia.org

sección Biblioteca.

 

Súmate a los devotos de la Divina Misericordia:

http://groups.google.com/group/Jesus_en_ti_confio/subscribe?hl=es

 

O escribe a Jesus_en_ti_confio+subscribe@googlegroups.com

y haz clic en el email de confirmación (si no lo encuentras puede estar en la carpeta de S P A M).

 

Si quieres agradecer, lo que más se necesita son oraciones.

 

También se agradece cualquier colaboración en voluntariado o dinero (para poder llegar con imágenes devocionarios de Jesús Misericordioso en cárceles, comisarías, hospitales, escuelas, etc.).

 

Dado que ni la imprenta gana dinero, logramos transformar cada centavo de dólar en una estampita que puede salvar un alma (porque Jesús promete que quien venere esa imagen se salva y pide que todo el mundo tenga acceso a ella).

 

Si escribes indícanos tu ciudad y país.

 

Unidos en el Corazón Misericordioso de la Sagrada Familia

Los amigos de la Divina Misericordia (¡súmate!)

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Claudio de la Colombiére, San Confesor, 15 de febrero  

Etimológicamente significa "cojo, tullido". Viene de la lengua latina.

Hace menos de un año tuve la ocasión – ya por segunda vez – de visitar Paray-le Monial, la sede en donde nació la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Realmente es una visita maravillosa por el encanto de la ciudad, por la iglesia románica, una imagen en miniatura de lo que fue la de Cluny. Pero el peregrino que se acerca allí, llegado de los más diversos lugares, va buscando algo más que lo simplemente artístico.
Además de visitar los lugares de las apariciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita María, también hay tiempo para ver la bellísima iglesia de san Claudio.

Cuando tenía 17 años, pidió entrar en la Compañía de Jesús para sentirse feliz cumpliendo con su deber y lograr la perfección que tanto anhelaba.
Apenas lo ordenaron de sacerdote, le enviaron al colegio cercano y le dan el cargo de confesor de las monjas de la Visitación. Tenía entonces 34 años.

La superiora del convento tenía problemas con la hermana Margarita porque era demasiado tímida y porque, además, le decía que había recibido confidencias del Sagrado Corazón de Jesús.
Entonces se la confió a Claudio. Ambos se entendieron a la perfección y en seguida.
Al contacto con esta joven, el padre jesuita sintió igualmente el ansia de hacerse santo como su dirigida espiritual.

Se convirtió en el medio por el cual se difundiera en todo el mundo la devoción que tanto amaba Margarita.

Por cuestiones de obediencia, lo destinaron dos años a York, Inglaterra, como predicador de la duquesa. Volvió con la tuberculosis. Margarita le dijo:"Nuestro Señor me ha dicho que él quería el sacrificio de tu vida en ese país".

Murió a los 41 años. Sus escritos manifiestan una bella armonía entre la espiritualidad de san Ignacio y la de san Francisco de Sales.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Ángelo de Sansepolcro, Beato Presbítero y Ermitaño, Febrero 15  

Ángelo de Sansepolcro, Beato

Ángelo (Scarpetti) de Sansepolcro

Martirologio Romano: En Borgo San Sepolcro, en la Umbría, beato Ángel Scarpetti, presbítero de la Orden de los Eremitas de San Agustín (1306).

Etimología: Ángelo = mensajero. Viene de la lengua griega.


El Beato Ángelo de Sansepolcro, hermano de la Orden de los Eremitas de San Agustín, nació en Sansepolcro en la primera mitad del siglo XIII. Una antiguaa tradición local dice que pertenecíaa la familia Scarpetti. Entró en el convento de los Eremitas de Juan Bono alrededor de 1254. En 1256 el convento pasó a la nueva Órden de los hermanos Eremitas de San Agustín. De él se recuerdan algunos episodios milagrosos ocurridos durante su vida, como el de la resurrección de un inocente condenado a muerte. Es probable, aunque no cierta, su participación en la misión para extender la Orden a Inglaterra. Los escritores agustinos de fines del siglo XVI, destacan sus principales virtudes: profunda humildad, caridad y pureza tanto de cuerpo como de espíritu, a través de las cuales conquistó entre los que lo rodeaban fama de santo.

Murió en Sansepolcro en 1306. En 1310, cerca de la iglesia agustina de la ciudad, surgió una cofradía dedicada a la Virgen María y al 'glorioso hermano Ángelo', a la que se le otorgaron privilegios los priores provinciales y generales de la Orden. En cuanto a los hermanos, en 1555 dejaron la primera iglesia para mudarse a la actual, llevando con ellos el cuerpo del hermano Ángelo, fijando el 29 de septiembre para la celebración de la fiesta del traslado de su cuerpo. Esta fiesta fue suprimida en 1855. En 1740 el cuerpo fue sometido a reconocimiento canónico por el obispo de Sansepolcro monseñor Raimundo Pecchioli. En 1905 se inició el proceso sobre el culto prestado a este siervo de Dios, que concluye con la aprobación del mismo en 1922.

Actualmente su cuerpo se conserva en una urna tallada en madera dorada y decorada con escenas de la vida del beato, bajo el altar mayor de la iglesia de San Agustín en Sansepolcro. El beato fue representado en el siglo XIV un fresco, que, proveniente de la antigua iglesia agustina, hora está expuesto en el Museo Cívico de Sansepolcro.

La última manifestación solemne del culto tributado al beato fue en octubre de 1987 cuando la urna conteniendo el cuerpo fue transportada procesionalmente por las calles circundantes de la iglesia de San Agustín.

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Sigfrido, San Biografía, 15 de febrero  

Sigfrido, San

Febrero 15

 


Etimológicamente significa " victorioso". Viene de la lengua alemana.

Este santo, nacido en Inglaterra y muerto en Suecia en 1045, es el patrono de los suecos/as. El motivo de que siendo inglés viviera en Suecia, se debió a una llamada que le hizo el rey Olaf de Noruega que se había convertido al cristianismo.

Su vida cristiana se vio llena cuando lo ordenaron de sacerdote en York o Glastonbury. Apenas tuvo la orden sagrada, el rey Etelred lo envió como misionero a Noruega con dos obispos.

Después de convertir a muchos paganos, Sigfrido siguió en Suecia en 1008. Ya antes, otro santo había echado las semillas de la fe en el año 830, aunque el país volvió a recaer de nuevo en el paganismo.

Sigfrido construyó una capilla de madera al sur de Suecia y trabajó con éxito en varias ciudades. Con la ayuda de Dios convirtió a los doce hombres más sobresalientes, y otros muchos siguieron su ejemplo.

A otros, entre los que hay que incluir al rey Olaf de Suecia, les llamó mucho la atención de los ornamentos y vasos empleados durante la celebración de la Misa, la escucha de la predicación y la dignidad en las ceremonias de adoración cristiana.

Pero fue sobre todo el ejemplo de obispo y de sus misioneros lo que les atrajo verdaderamente al mundo impresionante de Dios.

Le tocó a Sigfrido el honor de poder ordenar a dos obispos nativos para misionar otros lugares.
También extendió su trabajo pastoral a Dinamarca. Aquí, sin embargo, encontró las dificultades propias de los hechiceros o idólatras rebeldes. Dieron muerte a tres de sus sacerdotes , y Sgfrido les dio sepultura.

Le dijo a los idólatras:"Esto será vengado en la tercera generación". Y así sucedió.
Su fiesta se celebra tanto en Suecia como en Dinamarca.
Lo hizo santo el Papa Adriano IV.

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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Faustino y Jovita, Mártires Diácono y Presbítero, 15 de Febrero de 122  

Faustino y Jovita, Mártires

Diácono y Presbítero
Febrero 15 de Febrero

 

Nacidos en Brescia (Lombardía). Son dos hermanos varones aunque el nombre del segundo nos induzca a confusión. Fueron bautizados desde pequeños y siempre estuvieron unidos por lazos aún más fuertes que los de la sangre.

Apolonio, obispo de Brescia, los llamó al sacerdocio; a Faustino lo hizo presbítero y a Jovita, más joven, diácono. Con la consagración se aumenta el fervor de los hermanos. Sienten ahora más profundamente la responsabilidad de ser fieles para no defraudar a los que ha llegado su fama de propagadores de la doctrina de Cristo. Hasta les ha hecho populares su bondad; la gente los busca para oírles hablar del Señor; incluso los paganos quieren escuchar las doctrinas que les son extrañas, pero que tienen tanto que ver con la verdad. Ya comienzan algunos a destrozar sus propios ídolos.

Marchaban bien las cosas hasta que se encendió el fuego de la persecución.

El cacique aprovecha la coyuntura de que el emperador Adriano se les hace próximo al pasar por Liguria. Les acusa ante las autoridades romanas de querer destrozar al Imperio por la ofensa que infiere a los dioses que son su fundamento. El emperador toma cartas en el asunto porque lo que le ha llegado es que Faustino y Jovita son unos embaucadores; sí, engañan con magia, son poderosos en las palabras y adoran a un judío que murió crucificado llamado Jesucristo. Han lavado el cerebro a mucha gente honrada; los templos están desiertos y los dioses abandonados ¡Hay que salvar al Imperio!

Era cosa tan sencilla ofrecer unos granos de incienso en el templo del dios Sol... pero no hubo manera de que lo hicieran. Eso es llanamente apostasía. Mueren con la cabeza cortada en el camino de Cremona, en el año 122.

El buen sentido de los cristianos adornó luego la magnífica figura de sus ejemplares héroes mártires con narración apócrifa que rellenara los huecos de la escueta y seca historia. Dicen esos relatos que aún hicieron mucho mayor bien del que se desprende de la entrega de sus vidas. Es ingenuo, pero conmovedor el añadido posterior. Si entretiene, podemos seguir leyendo.

Fueron apresados y puestos a disposición del emperador. Ante la mantenida negativa a sacrificar, resultó que la estatua idolátrica del dios Sol se tiñó de negro y, cuando los servidores del templo pagano se dispusieron a limpiarla, se deshizo en un montón de polvo. Después los echaron a las fieras, pero los cuatro leones del circo se mostraron mansos y echados a sus pies; lo mismo pasó con los osos y leopardos. Aunque en realidad no eran tan mansos porque el delator -que bajó furioso a la arena para excitar a las fieras- fue devorado por ellos. La gente que presenciaba el espectáculo huyó despavorida a sus casas dejando las puestas abiertas y Faustino y Jovita mandaron los bichos al campo.

El emperador, continúa el fabuloso relato, también se asustó; pero quiso sacar partido de los dos hermanos. Se le ocurrió la idea de utilizarlos en su provecho haciendo que recorrieran las ciudades de Italia para divertir con su magia a la gente en el circo. Milán, primero; Nápoles, luego. En todas partes los prodigios se repitieron y fue providencial la marcha para que muchos y en todas partes conocieran al Resucitado entre los tormentos y los prodigios que se contemplan en el cuerpo de los santos: plomo derretido, huesos apaleados, tormento de fuego aplicado a los costados. Su carcelero, Calocero, se convirtió y también murió mártir. Finalmente les cortaron la cabeza.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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