sábado, 11 de julio de 2015

Sábado de la Virgen María. 11/07/2015. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

sab 14a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.

 

Oración Colecta

Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

 

Primera Lectura

Dios cuidará de ustedes y los sacará de este país

Lectura del libro del Génesis 49, 29-33; 50, 15-26a

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dio estas instrucciones:
"Yo voy a reunirme con los míos. Sepúltenme junto a mis padres, en la cueva del campo de Makpelá, frente a Mambré, en Canaán. Es el campo que Abrahán le compró a Efrón, el hitita, para que lo enterraran. Allí sepultaron a Abrahán y a su esposa, Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y allí sepulté yo a Lía".
Cuando terminó de dar este encargo a sus hijos, Jacob expiró y fue a reunirse con los suyos. Los hermanos de José, al ver que había muerto su padre, dijeron:
"A ver si José no nos guarda rencor y no nos hace pagar todo el daño que le hicimos".
Por eso le mandaron este recado:
"Antes de morir, tu padre nos encargó que te dijéramos esto: "Perdona, por favor, a tus hermanos su crimen, su pecado y el daño que te hicieron". También nosotros, siervos del Dios de tu padre, te pedimos que nos perdones".
Cuando José oyó el recado se puso a llorar. Fueron después sus hermanos personalmente a verlo y, postrados ante él, le dijeron:
"Aquí nos tienes. Somos esclavos tuyos".
José les replicó:
"No tengan miedo. ¿Podemos acaso oponernos a los designios de Dios? Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios lo convirtió en un bien para hacer sobrevivir a un pueblo numeroso, como pueden ver. Así que no tengan miedo; yo los mantendré a ustedes y a sus hijos".
Y los consoló y les habló con mucho cariño.
José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre y vivió hasta los ciento diez años; vio a los bisnietos de Efraín y en sus brazos nacieron los hijos de Makir, hijo de Manasés. Finalmente José les dijo a sus hermanos:
"Yo voy a morir ya, pero ciertamente Dios cuidará de ustedes y los hará salir de este país a la tierra que juró dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob".
José los hizo jurar diciendo:
"Cuando Dios los haga salir de esta tierra, se llevarán mis huesos de aquí".
Y luego murió José.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 104

Cantemos la grandeza del Señor.

Aclamen al Señor y denle gracias, canten sus maravillas a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos y celebren sus portentos.
Cantemos la grandeza del Señor.

Del nombre del Señor enorgulléscase y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan.
Cantemos la grandeza del Señor.

Descendientes de Abrahán, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen; el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos.
Cantemos la grandeza del Señor.

Ni aunque transcurran mil generaciones se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abrahán, del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
Cantemos la grandeza del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu de Dios descansa en ustedes.
Aleluya.

Evangelio

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificarnos
por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Antífona de la Comunión

Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Padre Santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Dia 11/07 San Benito (abad, blanco)

Antífona de Entrada

El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor, tú que en el santo abad Benito nos has dejado un ejemplo de perfección evangélica, ayúdanos a buscar siempre, por encima de los bienes de este mundo, el Reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Presta atención a la prudencia

Lectura del libro de los Proverbios 2,1-9

Hijo mío, si escuchas mis palabras y no olvidas mis consejos; si prestas oído a la sabiduría y atención a la prudencia; si invocas a la inteligencia y le haces caso a la sensatez; si procuras todo esto como procuras el dinero y lo buscas como un tesoro, entonces comprenderás lo que significa el temor del Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios.
Porque el Señor es quien da la sabiduría y de su boca proceden el saber y la inteligencia. El atesora los aciertos para los hombres justos y es un escudo para los hombres de conducta intachable; él protege a los que cumplen con su deber y cuida en su camino al hombre bueno.
Teniendo presente esto comprenderás lo que es justo y debido, y todas las cosas que son convenientes y buenas.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 33

Bendigamos al Señor a todas horas.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados. El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
Bendigamos al Señor a todas horas.

A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor nada le falta.
Bendigamos al Señor a todas horas.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.

Evangelio

Ustedes, los que han dejado todo y me han seguido, recibirán el ciento por uno

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 27-29

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús:
"Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?"
Jesús le dijo:
"Yo les aseguro que en la vida nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Dios misericordioso, que transformaste a san Benito para hacer de él un hombre nuevo a imagen de Cristo, renuévanos también a nosotros mediante este sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La vida consagrada a Dios es un signo Del Reino de los cielos

En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra.
Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los cielos se consagraron a Cristo,
reconocemos tu Providencia admirable, que no cesa de llamar al hombre a la santidad primera,
para hacerlo participar ya desde ahora de la vida que gozará en el cielo, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con todos los ángeles y santos, te alabamos proclamando sin cesar:

Antífona de la Comunión

Yo os aseguro, dice el Señor, que los que habéis dejado todo para seguirme, recibiréis cien veces más y alcanzaréis la vida eterna.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Dios omnipotente, que por medio de este sacramento nos comunicas la fuerza de tu Espíritu, haz que, a ejemplo de san Benito te amenos sobre todas las cosas y vivamos siempre como verdaderos hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Meditación diaria

14ª Semana. Sábado

AMOR A LA VERDAD

— Hablar de Dios y de su doctrina con claridad y firmeza, sin miedos.

— Actuar según la conciencia. Sinceridad con uno mismo.

— Decir siempre la verdad: en lo importante y en lo que parece pequeño.

I. El Evangelio de la Misa1 es una nueva invitación del Señor a llevar una vida veraz, resultado de la fe que llevamos en el corazón, sin miedo a los contratiempos y a las murmuraciones que en ocasiones llevará consigo el seguir de cerca a Cristo. Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al amo de la casa le han llamado Beelzebul, cuánto más a los de su casa. No les tengáis miedo...

Puede ocurrir que en algunas situaciones tengamos que sufrir la calumnia o la difamación –o sencillamente una contrariedad– por ser veraces, por ser fieles a la verdad; en otras, serán quizá mal interpretadas nuestras palabras o nuestras actuaciones. Y el Señor quiere de sus discípulos, de nosotros, que hablemos siempre con claridad, abiertamente: Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados. Con una pedagogía divina, Jesús había hablado a las muchedumbres en parábolas y les había descubierto poco a poco su verdadera personalidad y las verdades del Reino. Jamás disfrazó su doctrina. Después de la venida del Espíritu Santo, quienes le sigan han de proclamar la verdad a plena luz, desde los terrados, sin temor a que la doctrina que enseñan sea opuesta a las que están de moda o imperan en el ambiente. ¿De qué otra forma vamos a convertir el mundo en el que estamos inmersos?

Algunos piensan, por táctica o por cobardía, que la vida de los cristianos y su concepción del mundo, del hombre y de la sociedad, deberían pasar inadvertidas cuando las circunstancias son adversas o comprometidas; estos cristianos quedarían entonces como "emboscados" en medio de una sociedad que parece haber orientado sus objetivos en otro sentido radicalmente distinto; no tendría entonces ninguna resonancia el hecho de ser hombres y mujeres que miran a Cristo como el ideal supremo. No es esa la doctrina del Señor. ""Ego palam locutus sum mundo": Yo he predicado públicamente delante de todo el mundo, responde Jesús a Caifás, cuando se acerca el momento de dar su vida por nosotros.

"—Y, sin embargo, hay cristianos que se avergüenzan de manifestar "palam" –patentemente– veneración al Señor"2.

En la sociedad en la que vivimos habremos de hablar con seguridad, con la firmeza que da siempre la verdad, de muchos temas de gran trascendencia para la familia, la sociedad y la dignidad de la persona: indisolubilidad del matrimonio, libertad de enseñanza, doctrina de la Iglesia sobre la transmisión de la vida humana, dignidad y belleza de la pureza, sentido grandioso de la virginidad y del celibato por amor a Cristo, consecuencias de la justicia social en relación a gastos inconsiderados, a salarios injustos... Quizá en alguna ocasión, por prudencia o por caridad, deberemos callar. Pero ni la prudencia ni la caridad nacen de la cobardía o de la comodidad. Nunca será prudente callar cuando se da lugar al escándalo o al desconcierto, o cuando esa postura debilita la fe de otros.

Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz... El Señor se está dirigiendo a nosotros, pues son muchos los enemigos de Dios y de la verdad, que desearían, y ponen los medios para conseguirlo, que los cristianos no seamos ni sal ni luz en medio de las tareas seculares.

II. Hay un episodio en el Evangelio3 que nos presenta la manera de actuar de unos fariseos que no se caracterizaban por su amor a la verdad. Mientras pasaba Jesús por los atrios del Templo, se le acercaron los príncipes de los sacerdotes, los escribas y los ancianos para preguntarle: ¿Con qué potestad haces esas cosas? ¿Quién te ha dado poder? El Señor está dispuesto a contestar a su pregunta si ellos muestran sinceridad de corazón. Les pide su opinión acerca del bautismo de Juan: si era del Cielo, y por tanto gozaba de la aprobación divina, o si solo era de los hombres, y como tal no merecía mayor consideración. Pero ellos no le dan su opinión auténtica, su opinión en conciencia. No se preguntan la verdad sobre esta cuestión, el juicio que merece en su corazón. Analizan más bien las consecuencias de sus posibles respuestas, procurando la que más convenga a la situación presente: "Si decimos del Cielo –piensan– dirá: ¿por qué no habéis creído en él? Pero si decimos que el bautismo del Precursor era de los hombres, la muchedumbre se nos echaría encima", porque todos tenían a Juan por un verdadero profeta.

A pesar de ser líderes religiosos, no son hombres de principios firmes capaces de informar sus palabras y sus obras. "Son hombres "prácticos", se dedican a hacer "política". En lo que atañe a su interés o comodidad, su razonamiento es inteligente. Pero no están dispuestos a ir más allá en su razonar: son hombres en quienes la comodidad ha sustituido a la conciencia"4. Su norma de conducta era seguir lo más oportuno y lo más conveniente en cada ocasión. No actúan según verdad. Por eso dicen: No lo sabemos. No les interesaba saberlo y mucho menos decirlo. La reacción de Jesús es muy significativa: Entonces tampoco Yo os digo con qué autoridad hago estas cosas. Es como si les dijera: si no estáis dispuestos a ser sinceros, a mirar en vuestros corazones y enfrentaros con la verdad, es inútil el diálogo. Yo no puedo hablar con vosotros ni vosotros conmigo. No nos entenderíamos. Lo mismo ocurre cada día. "La persona cuya vida no esté regida por la sinceridad, por una disposición habitual de enfrentarse con la verdad o con las exigencias de la conciencia –por incómodas o duras que sean–, se aparta rotundamente de toda posibilidad de comunicación divina. El que tiene miedo a enfrentarse a su conciencia tiene miedo de enfrentarse a Dios, y solo los que afrontan el estar cara a cara con Dios pueden tener verdadero trato con Él"5. No es posible encontrar a Dios sin este amor radical a la verdad. Tampoco es posible entenderse con los hombres en una auténtica convivencia.

El amor a la verdad nos llevará a ser sinceros en primer lugar con nosotros mismos, a mantener una conciencia clara, sin engaños, a no permitir que se empañe con errores admitidos, con ignorancias culpables, con miedos a profundizar en las exigencias personales que la verdad lleva consigo. Si, con la ayuda de la gracia, somos sinceros con nosotros mismos, lo seremos con Dios, y nuestra vida se llena de claridad, de paz y de fortaleza. "Leías en aquel diccionario los sinónimos de insincero: "ambiguo, ladino, disimulado, taimado, astuto"... —Cerraste el libro, mientras pedías al Señor que nunca pudiesen aplicarte esos calificativos, y te propusiste afinar aún más en esta virtud sobrenatural y humana de la sinceridad"6.

III. En un mundo en que tantas veces la mentira y el disimulo es el modo de comportamiento habitual de muchos, debemos los cristianos ser hombres veraces, que huyen siempre hasta de la mentira más pequeña. Así nos han de conocer quienes nos tratan: hombres y mujeres que no mienten jamás, ni en asuntos de poca importancia, que rechazan de sus vidas lo que tiene sabor de disimulo, de hipocresía, de falsedad, que saben rectificar cuando se han equivocado. Nuestra vida será entonces de una gran fecundidad apostólica, pues se confía siempre en la persona íntegra, que sabe decir la verdad con caridad, sin herir, con comprensión hacia todos.

"¡Cuántas debilidades, cuánto oportunismo, cuánto conformismo, cuánta vileza!"7, decía el Papa Pablo VI refiriéndose "a esas buenas personas, que olvidan la belleza y la gravedad de los compromisos que les unen a la Iglesia". Esta misma situación, que quizá en estos años se ha puesto más de manifiesto, nos llevará a aborrecer la falsedad, por pequeña que nos pueda parecer, porque "la mentira se opone a la verdad como la luz se opone a las tinieblas, la piedad a la impiedad, la justicia a la iniquidad, la bondad al pecado, la salud a la enfermedad y la vida a la muerte. Por tanto, cuanto más amemos la verdad, tanto más debemos aborrecer la mentira"8. No se trata de saber hasta qué punto se pueden decir cosas falsas sin incurrir en falta grave. Se trata de aborrecer la mentira en todas sus formas, de decir la verdad entera; y cuando por prudencia o caridad no se pueda, entonces callaremos, pero no inventaremos recursos formalistas que tranquilicen falsamente la conciencia9. Debemos amar la verdad en sí misma y por sí misma, y no solo en cuanto afecta al daño o al provecho propio o del prójimo. Debemos aborrecer la mentira como algo torpe e innoble, cualquiera que sea el fin con que se la emplee. Debemos aborrecerla porque es una ofensa a Dios, suma Verdad.

Fácilmente se cree lo que se desea. Y así, por ejemplo, muchos enemigos de la Iglesia se encuentran siempre inclinados a tener por ciertos todos los rumores injuriosos, juzgando sin indicios suficientes, informando incluso a la opinión pública sobre esa base. Lo que, en definitiva, se equipara a la mentira, por su origen y por sus consecuencias. Contra la mentira, fríamente empleada tantas veces, nosotros tenemos la verdad, la claridad, la sinceridad sin equívocos ni ambigüedades: la práctica firme de una veracidad en las relaciones personales diarias, en los negocios, en la familia, en los estudios y en los órganos de la opinión pública cuando tengamos acceso a ellos. No sabemos responder a una mentira con otra mentira.

La oración litúrgica nos invita a clamar: que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor...10. Que nuestra conversación sea siempre veraz, propia de un hijo de Dios.

1 Mt 10, 24-33. — 2 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 50. — 3 Mc11, 27-33. — 4 C. Burke, Conciencia y libertad, Rialp, Madrid 1976, p. 51, nota 7. — 5 Ibídem. — 6 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 337.— 7 Pablo VI, Alocución 17-II-1965. — 8 San Agustín, Contra la mentira, 3, 4. — 9 Cfr. San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota, III, 30. — 10 Liturgia de las horas, Oración de Laudes de la 2ª. Semana.


11 de julio

SAN BENITO, PATRÓN DE EUROPA*

Memoria

— Raíces cristianas de Europa.

— Necesidad de una nueva evangelización.

— Tarea de todos. Hacer lo que esté en nuestras manos.

I. Al conmemorar el quince centenario del nacimiento de San Benito, el Papa Juan Pablo II recordaba el "trabajo gigantesco" del santo, que contribuyó en gran manera a configurar lo que más tarde sería Europa1. Era un tiempo en el que "corrían gran peligro no solo la Iglesia, sino también la sociedad civil y la cultura. San Benito atestiguó, con insignes obras y con su santidad, la perenne juventud de la Iglesia". Además, "él y sus seguidores sacaron de la barbarie y llevaron a la vida civilizada y cristiana a pueblos bárbaros, y conduciéndolos a la virtud, al trabajo y al pacífico ejercicio de las letras, los unió en caridad a manera de hermanos"2. San Benito contribuyó en gran medida a forjar el alma y las raíces de Europa, que son esencialmente cristianas, sin las cuales no se entienden ni se explican nuestra cultura ni nuestro modo de ser3. La misma identidad europea "es incomprensible sin el Cristianismo", y "precisamente en él se hallan esas raíces comunes, de las que ha madurado la civilización del continente, su cultura, su dinamismo, su actividad, su capacidad de expansión constructiva a los demás continentes; en una palabra, todo lo que constituye su gloria"4.

Hoy estamos asistiendo, por desgracia, a un empeño decidido y sistemático que trata de eliminar lo más esencial de nuestras costumbres: su hondo sentido cristiano. "Por una parte, la orientación casi exclusiva hacia el consumo de los bienes materiales, quita a la vida humana su sentido más profundo. Por otra parte, el trabajo está volviéndose en muchos casos casi una coacción alienante para el hombre, sometido al colectivismo, y se separa, casi a cualquier precio, de la oración, quitando a la vida humana su dimensión ultraterrena"5. Parece en ocasiones como si pueblos enteros se encaminaran a una nueva barbarie, peor que la de tiempos pasados. El materialismo práctico "impone hoy al hombre su dominio de maneras muy diferentes y con una agresividad que a nadie excluye. Los principios más sagrados, que fueron guía segura de comportamiento de los individuos y de la sociedad, están siendo desplazados por falsos pretextos referentes a la libertad, la sacralidad de la vida, la indisolubilidad del matrimonio, el sentido auténtico de la sexualidad humana, la recta actitud hacia los bienes materiales, que el progreso ha traído"6. No parece exagerado pensar que en muchos lugares, si no llega el remedio oportuno, las ideas que están cristalizando darán lugar a una nueva sociedad pagana. Por influjo del laicismo, que prescinde de toda relación con Dios, en no pocas legislaciones civiles, los derechos y deberes del ciudadano se establecen sin ninguna relación con una ley moral objetiva. Y lo hacen compatible con una apariencia de bondad, que solo engaña a personas de escasa formación y a los que ya han perdido el sentido de la dignidad humana.

Ante esta situación, el Papa Juan Pablo II ha hecho múltiples llamadas a una nueva evangelización de Europa y del mundo, en la que estamos todos comprometidos. Examinemos hoy, en la festividad de San Benito, nuestro sentido cristiano de la vida y el espíritu apostólico que debe animar todos nuestros actos. No olvidemos que "en la proximidad del tercer milenio de la Redención, Dios está preparando una gran primavera cristiana, de la que ya se vislumbra su comienzo"7. Y nos quiere a nosotros como protagonistas de este renacer de la fe. Sentiremos la alegría de dar a conocer a Cristo a compañeros de trabajo, amigos, familiares... Y el Señor premiará ese esfuerzo con gracias abundantes que nos llevarán a una mayor intimidad con Él.

II. Muchos cristianos, ante un panorama que parece adverso, han preferido poner entre paréntesis, dejar a un lado, lo que podía chocar con la opinión más generalizada, que muchas veces se ha puesto a sí misma la etiqueta de "moderna" y de "progreso", y "a fuerza de poner entre paréntesis lo que nos molesta en un problema escribe un pensador de nuestros días, para no separarnos de nuestros compañeros, corremos el riesgo de enterrar en nosotros lo que es esencial"8, aquello que explica el sentido de nuestro vivir cotidiano.

Ningún cristiano puede permanecer al margen de las grandes cuestiones humanas que el mundo tiene planteadas. "No podemos cruzarnos de brazos, cuando una sutil persecución condena a la Iglesia a morir de inedia, relegándola fuera de la vida pública y, sobre todo, impidiéndole intervenir en la educación, en la cultura, en la vida familiar.

"No son derechos nuestros: son de Dios, y a nosotros, los católicos, Él los ha confiado... ¡para que los ejercitemos!"9.

Ante esta situación, cuyas consecuencias vemos todos los días, hemos de sentir la urgencia de recristianizar el mundo, ese mundo quizá pequeño en el que se desarrolla nuestra vida: "cada uno de nosotros ha de plantearse de verdad esta pregunta: ¿qué puedo hacer yo en mi ciudad, en mi lugar de trabajo, en mi escuela o en mi universidad, en esa agrupación social o deportiva de la que formo parte, etc. para que Jesucristo reine efectivamente en las almas y en las actividades? Pensadlo delante de Dios, pedid consejo, rezad... y lanzaos con santa agresividad, con valentía espiritual a conquistar para Dios ese ambiente"10.

La tarea de la recristianización de Europa y del mundo no se puede plantear como si solo fuera abordable por aquellos que tienen una influencia política o pública considerable. Por el contrario, es tarea de todos. Volvemos de nuevo a evangelizar este mundo nuestro cuando vivimos como quiere Dios: cuando los padres y madres de familia comenzando por su conducta, por ejemplo en la generosidad en el número de hijos, en el modo de tratar a quienes les ayudan en las tareas domésticas, a los vecinos... educan a sus hijos en el desprendimiento de sus cosas personales, en el sentido del deber, en la austeridad de vida, en el espíritu de sacrificio para el cuidado de los mayores y de los más necesitados... Cooperan en la recristianización de la sociedad los predicadores y catequistas que recuerdan, sin cansancio y sin reduccionismos oportunistas, todo el mensaje de Cristo; los colegios que, teniendo en cuenta los objetivos para los que fueron fundados, forman realmente en el espíritu cristiano; los profesionales que, aunque esto les acarree un cierto perjuicio económico, se niegan a prácticas inmorales: comisiones injustas, aprovechamiento desleal de informaciones reservadas, de influencias, intervenciones médicas que pugnan con la Ley de Dios, o inserciones publicitarias que ayudan a sostener emisoras o publicaciones claramente anticristianas... Y siempre el apostolado personal basado en la amistad, que es eficaz en toda circunstancia.

III. Existe un antiguo proverbio que dice: "más vale encender una cerilla que maldecir la oscuridad". Aparte de que no es propio de los hijos de Dios la queja sistemática sobre el mal, el clima pesimista y negativo, si los cristianos nos decidiéramos a llevar a cabo lo que está en nuestras manos, cambiaríamos el mundo de nuevo, como hicieron los primeros cristianos, pocos en número, pero con una fe viva y operativa. Es un gran error no hacer nada, por pensar quizá que se puede hacer poco. Una carta a un periódico alabando o agradeciendo un buen artículo, puede alentar al director de la publicación o al periodista a publicar otros en la misma línea; recomendar un buen libro puede ser el instrumento que utilice el Espíritu Santo para transformar un alma; expresar nuestra opinión con serenidad puede reafirmar a otro en su sentido cristiano... Todas nuestras acciones, con la gracia Dios, tienen repercusiones insospechadas.

Y hemos de contar con que hacer el bien es siempre más atractivo que el mal; y también con la ayuda de la Virgen y de los santos Ángeles Custodios para sacar adelante lo que nos proponemos, y con la fortaleza que otorga la ayuda de la Comunión de los Santos, que alcanza incluso a los que están más lejos. Son muchas las razones para ser optimistas, "con un optimismo sobrenatural que hunde sus raíces en la fe, que se alimenta de la esperanza y a quien pone alas el amor. Hemos de impregnar de espíritu cristiano todos los ambientes de la sociedad. No os quedéis solamente en el deseo: cada una, cada uno, allá donde trabaje, ha de dar contenido de Dios a su tarea, y ha de preocuparse –con su oración, con su mortificación, con su trabajo profesional bien acabado– de formarse y de formar a otras almas en la Verdad de Cristo, para que sea proclamado Señor de todos los quehaceres terrenos"11. Para esto aprovecharemos todas las situaciones, incluso los viajes por motivos de descanso o de trabajo, como hicieron los primeros cristianos, que "viajando o estableciéndose en regiones donde Cristo no había sido anunciado, testimoniaban con valentía su fe y fundaban allí las primeras comunidades"12.

A San Benito, le encomendamos hoy esta tarea de todos de recristianizar la sociedad, y le pedimos que sepamos proclamar con nuestra vida y nuestra palabra "la perenne juventud de la Iglesia". Sobre todo le pedimos esa santidad personal que está en la base de todo apostolado. "Veo amanecer señala el Papa Juan Pablo II- una nueva época misionera, que llegará a ser un día radiante y rica en frutos, si todos los cristianos y, en particular, los misioneros y las jóvenes Iglesias responden con generosidad y santidad a las solicitaciones y desafíos de nuestro tiempo"13.

Santa María, Reina de Europa y del mundo, ruega por todos aquellos que se hallan en camino hacia Cristo... ruega por nosotros.

1 Juan Pablo II, Homilía 1-I-1980. — 2 Pío XII, Enc. Fulgens radiatur, en el Centenario de la muerte de San Benito, 21-III-1947. — 3 Cfr. L. Suárez. Raíces cristianas de Europa, Palabra, 2ª ed., Madrid 1986, pp. 16 ss. — 4 Juan Pablo II, Discurso en Santiago de Compostela, 9-XI-1982. — 5 ídem, Homilía en Nursia, 23-III-1980. — 6 ídem, Homilía en el Phoenix Park de Dublín, 29-IX-1979. — 7 ídem, Enc. Redemptoris missio, 7-XII-1990, n. 86. — 8 J. Guiton, Silencio sobre lo esencial, EDICEP, Valencia 1988, p. 20. — 9 San Josemaría Escrivá, Surco, Rialp, 3.ª ed., Madrid 1986, n. 310. — 10 A. del Portillo, Carta 2-X-1985. — 11 ídem, Carta 25-XII-1985, n. 10. — 12 Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, cit. 82. — 13 Ibídem, n. 92.

* San Benito nació en Nursia (Italia) hacia el año 480. Después de haber recibido una esmerada formación en Roma comenzó a practicar la vida eremítica en Subiaco, donde reunió algunos discípulos; más tarde se trasladó a Casino. Allí fundó el célebre monasterio de Montecasino y escribió la Regla de la vida monástica, cuya difusión le valió el ser llamado "Padre de los monjes de Occidente". Influyó y sigue ejerciendo su influencia en muchas Constituciones de la vida religiosa. Murió en Montecasino el 21 de marzo del año 547, pero ya desde fines del siglo viii comenzó a celebrarse su fiesta en muchos lugares en el día de hoy. Pablo VI, en la Carta Apostólica Pacis nuntius (24-X-1964), proclamó a San Benito Patrón de Europa por el extraordinario influjo que ejerció personalmente y a través de sus monjes en establecer las raíces cristianas de este viejo continente. Juan Pablo II, con la Carta Apostólica Egregiae virtutis (31-XII-1980), proclamó a los Santos Cirilo y Metodio copatronos de Europa (cfr. Encíclica Slavorum Apostoli, 2-VI-1985).

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 


San Benito

Primer Fundador de Religiosos
Año 517

 


21:36

San Benito - Dibujos Animados

 

SAN BENITO JOSE LABRE-HISTORIETA-154


Benito significa: "Bendecido".

En 1980 el Santo Padre Juan Pablo II nombró a San Benito como patrono de toda Europa, en el XV Centenario de su nacimiento, porque ha sido el santo que más in- fluencia ha tenido quizás en ese continente, por medio de la Comunidad religiosa que fundó, y por medio de sus maravillosos escritos y sabias enseñanzas.



SU VIDA Y OBRA

San Benito nació en Nursia (Italia, cerca de Roma) en el año 480. De padres acomodados, fue enviado a Roma a estudiar filosofía y letras, y se nota que aprendió muy bien el idioma nacional (que era el latín) porque sus escritos están redactados en muy buen estilo.

Todos los datos de su biografía los tomamos de la Vida de San Benito, escrita por San Gregorio Magno, que fue monje de su comunidad benedictina.

Su primera huida. La ciudad de Roma estaba habitada por una mezcla de cristianos fervorosos, cristianos relajados, paganos, ateos, bárbaros y toda clase de gentes de diversos países y de variadas creencias, y el ambiente, especialmente el de la juventud, era espantosamente relajado. Así que Benito se dio cuenta de que si permanecía allá en medio de esa sociedad tan dañada, iba a llegar a ser un tremendo corrompido. Y sabía muy bien que en la lucha contra el pecado y la corrupción resultan vencedores los que en apariencia son "cobardes", o sea, los que huyen de las ocasiones y se alejan de las personas malvadas. Por eso huyó de la ciudad y se fue a un pueblecito alejado, a rezar, meditar y hacer penitencia.

Pequeño percance. Segunda huida. Pero sucedió que en el pueblo a donde llegó, obtuvo un milagro sin quererlo. Vio a una pobre mujer llorando porque se le había partido un precioso jarrón que era ajeno. Benito rezó y le dio la bendición, y el jarrón volvió a quedar como si nada le hubiera pasado. Esto conmovió mucho a las gentes del pueblo y empezaron a venerarlo como un santo. Entonces tuvo que salir huyendo hacia más lejos.

Subiaco. Principios heroicos. Se fue hacia una región totalmente deshabitada y en un sitio llamado "Subiaco"(que significa: debajo del lago, porque había allí cuevas debajo del agua) se retiró a vivir en una roca, rodeada de malezas y de espinos, y a donde era dificilísimo subir. Un monje que vivía por los alrededores lo instruyó acerca de cómo ser un buen religioso y le llevaba un pan cada día, el cual amarraba a un cable, que Benito tiraba desde arriba. Su barba y su cabellera crecieron de tal manera y su piel se volvió tan morena en aquella roca, que un día unos pastores que buscaban unas cabras, al encontrarlo, creyeron que era una fiera. Más luego al oírle hablar, se quedaron maravillados de los buenos consejos que sabía dar. Contaron la noticia y mucha gente empezó a visitarlo para pedirle que les aconsejara y enseñara.

Superior contra su voluntad. Y sucedió que otros hombres, cansados de la corrupción de la ciudad, se fueron a estos sitios deshabitados a rezar y a hacer penitencia, y al darse cuenta de la gran santidad de Benito, aunque él era más joven que los otros, le rogaron que se hiciera superior de todos ellos. El santo no quería porque sabía que varios de ellos eran gente difícil de gobernar y porque personalmente era muy exigente con los que querían llegar a la santidad y sospechaba que no le iban a hacer caso. Pero tanto le rogaron que al fin aceptó el cargo de superior. Con todos ellos fundó allí 12 pequeños conventos de religiosos, cada uno con un superior o abad. El tenía la dirección general de todo.

Primer atentado.  Cuando algunos de aquellos hombres se dieron cuenta de que Benito como superior era exigente y no permitía "vivir prendiéndole un vela a Dios y otra al diablo", que no permitía vivir en esa vida de retiro tan viciosamente como si se viviera en el mundo, dispusieron deshacerse de él y matarlo. Y echaron un fuerte veneno en la copa de vino que él se iba a tomar. Pero el santo dio una bendición a la copa, y esta saltó por los aires hecha mil pedazos. Entonces se dio cuenta de que su vida corría peligro entre aquellos hombres, y renunció a su cargo, se alejó de allí.

Terribles Tentaciones. Al joven Benito le llegaron espantosas tentaciones impuras. A su imaginación se le presentaban escenas más corruptas y le llegaba el recuerdo de cierta mujer que él había visto hacía tiempo y sentía toda la fuerza de la pasión. Rezaba y pedía ayudas al cielo, y al fin cuando sintió que ya iba a consentir, se lanzó contra un matorral lleno de punzantes espinas y se revolcó allí hasta que todo su cuerpo quedó herido y lastimado. Así, mediante esas heridas corporales logró curar las heridas de su alma, y la tentación impura se alejó de él.

Su fundación más famosa. Con unos discípulos que le habían sido siempre fieles (San Mauro, San Plácido y otros) se dirigió hacia un monte escarpado, llamado Monte Casino. Allá iba a fundar su famosísima Comunidad de Benedictinos. Su monasterio de Monte Casino ha sido famoso durante muchos siglos.

En el año 530, después de ayunar y rezar por 40 días, empezó la construcción del convento, en la cima del Monte. En ese sitio había un templo pagano, dedicado a Apolo; lo hizo derribar y en su lugar construyó una capilla católica. Luego con sus discípulos fue evangelizando a todos los paganos que vivían en los alrededores, y enseguida sí empezó a levantar el edificio, del cual por tantos siglos han salido santos misioneros a llevar la santidad a pueblos y naciones.

Milagros a montón. San Gregorio en su biografía de San Benito, narra muchos hechos interesantes de entre los cuales vamos a recordar algunos.

El muchacho que no sabía nadar. El joven Plácido cayó en un profundo lago y se estaba ahogando. San Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: "Láncese al agua y sálvelo". Mauro se lanzó enseguida y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla. Y al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar esas aguas sin saber nadar. La obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.

El edificio que se cae. Estando construyendo el monasterio, se vino abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Este se puso a rezar y mandó a los otros monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un sueño.

La piedra que no se movía. Estaban sus religiosos constructores tratando de quitar una inmensa piedra, pero esta no se dejaba ni siquiera mover un centímetro. Entonces el santo le envió una bendición, y enseguida la pudieron mover de allí como si no pesara nada. Por eso desde hace siglos cuando la gente tiene algún grave problema en su casa que no logra alejar, consigue una medalla de San Benito y le reza con fe, y obtiene prodigios. Es que este varón de Dios tiene mucho influjo ante Nuestro Señor.

El disfrazado. El terrible rey Totila, pagano, estaba invadiendo a Italia, y oyó ponderar la santidad del famoso fundador. Entonces mandó al jefe de su guardia que se vistiera de rey y fuera con los ministros, a presentarse ante el santo, como si él fuera Totila. San Benito, apenas lo vio le dijo: "Quítate esos vestidos de rey que no son los tuyos". El otro volvió a contarle al rey lo sucedido y este se fue a visitarlo con gran respeto. El venerable anciano le anunció que lograría apoderarse de Roma y de Sicilia, pero que poco después de llegar a esa isla moriría. Y así le sucedió, tal cual.

Panes que se multiplican. Hubo una gran escasez en esa región y San Benito mandó repartir entre los pobres todo el pan que había en el convento. Solamente dejó cinco panes, y los monjes eran muchos. Al verlos aterrados ante este atrevimiento les dijo: "Ya verán que el Señor nos devolverá con la misma generosidad con la que hemos repartido". A la mañana siguiente, llegaron a las puertas del monasterio 200 bultos de harina, y nunca se supo quién los envió.

Muertes anunciadas. Un día exclamó: "Se murió mi amigo el obispo de Cápua, porque vi que subía al cielo un bello globo luminoso". Al día siguiente vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vio que salía volando hacia el cielo una blanquísima paloma y exclamó: "Seguramente se murió mi hermana Escolástica". Los monjes fueron a averiguar, y sí, en efecto acababa de morir tan santa mujer. El, que había anunciado la muerte de otros, supo también que se aproximaba su propia muerte y mandó a unos religiosos a excavar en el suelo su sepultura. Duraron seis días haciéndola, y apenas la terminaron, empezó él a sentir las altísimas fiebres, y poco después murió.

un día en la vida de San Benito. Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas y horas rezando y meditando. Jamás comía carne. Dedicaba bastantes horas al trabajo manual, y logró que sus seguidores se convencieran de que el trabajo no es un rebajarse, sino un ser útil para la sociedad y un modo de imitar a Jesucristo que fue un gran trabajador, y hasta un método muy bueno para alejar tentaciones. Ayunaba cada día, y su desayuno lo tomaba en las horas de la tarde. La mañana la pasaba sin comer ni beber. Atendía a todos los que le iban a hacer consultas espirituales, que eran muchos, y de vez en cuando se iba por los pueblos de los alrededores, con sus monjes a predicar y a tratar de convertir a los pecadores. Su trato con todos era extremadamente amable y bien educado. Su presencia era venerable.

Su famoso reglamento: LA SANTA REGLA. Inspirado por Dios, escribió nuestro santo un Reglamento para sus monjes que llamó "Santa Regla". Es un documento que se ha hecho famoso en todo el mundo, y en el cual se han basado los Reglamentos de todas las demás Comunidades religiosas en la Iglesia Católica. Allí recomienda ciertos detalles como estos:

  • La primera virtud que necesita un religioso (después de la caridad) es la humildad.
  • La casa de Dios es para rezar y no para charlar.
  • Todo superior debe esforzarse por ser amable como un padre bondadoso.
  • El ecónomo o el que administra el dinero no debe humillar a nadie.
  • Nuestro lema debe ser: Trabajar y rezar.
  • Cada uno debe esforzarse por ser exquisito y agradable en su trato.
  • Cada comunidad debe ser como una buena familia donde todos se aman.
  • Evite cada individuo todo lo que sea rústico y vulgar. Recuerde lo que decía San Ambrosio: "Portarse con nobleza es una gran virtud".

Y los que vivieron con él afirmaban que todo lo bueno que recomienda en su Santa Regla, lo practicaba él en su vida diaria. Con estos principios, su Comunidad de Benedictinos ha hecho inmenso bien en todo el mundo en 15 siglos.

Morir de pie, como los robles. El 21 de marzo del año 543, estaba el santo en la Ceremonia del Jueves Santo, cuando se sintió morir. Se apoyó en los brazos de dos de sus discípulos, y elevando sus ojos hacia el cielo cumplió una vez más lo que tanto recomendaba a los que lo escuchaban: "Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo", y lanzando un suspiro como de quien obtiene aquello que tanto había anhelado, quedó muerto.

Dos de sus monjes estaban lejos de allí rezando, y de pronto vieron una luz esplendorosa que subía hacia los cielos y exclamaron: "Seguramente es nuestro Padre Benito, que ha volado a la eternidad". Era el momento preciso en el que moría el santo.

 

Oraciones a San Benito

Oración 1.

Santísimo Confesor del Señor,
Padre y Jefe de los monjes,
intercede por nuestra salud.

Destierra de esta casa las
asechanzas del maligno espíritu.
Líbranos de funestas herejías;
y de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor
que remedie nuestras necesidades
espirituales y corporales.

Pide también por el progreso de
la Santa Iglesia Católica
y porque mi alma no muera en pecado
mortal para que así
confiado en tu poderosa intercesión
pueda algún día en el Cielo
cantar las eternas alabanzas.
Amén.


Oración 2
.

Omnipotente y eterno Dios,
que en este día, libre de las
ataduras de la carne, llevaste
al Cielo a tu santísimo
confesor Benito: concédenos
a todos los que celebramos
esta fiesta el perdón de
nuestros pecados, para que,
cuantos nos congratulamos
de su gloria, mediante su
poderoso intercesión
logremos también asociarnos
a sus méritos.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

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Fuente: www.corazones.org
Olga de Kiev, Santa Granduquesa, 11 de julio  

Olga de Kiev, Santa

Patrona de conversos y viudas

También conocida como: Olha; Helena; Helga

Memorial 11 Julio (no aparece en el calendario lit. actual)

Nació en el 879AD en Pskov; murió el 11 de julio, 969

Primera reina cristiana de Ucrania. Esposa de Igor I, duque de Kiev a la edad de 24. Gobernó Kiev después del asesinato de su esposo en el 945.

Se convirtió y fue bautizada en Constantinopla en 957AD. Tomó el nombre de Elena. Trató de introducir el cristianismo en Ucrania pero en general fracasó. Cuando su hijo Sviatoslav llegó a ser adulto, ella le entregó el reino.

Olga es abuela de San Vladimiro, bisabuela de San Boris y Gleb.

Su restos se encontraron incorruptos y se llevaron a la iglesia de Tithes en Kiev.
Se perdieron en el siglo XVIII.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Marciana de Cesarea de Mauritania, Santa Mártir, 11 Julio  

Marciana de Cesarea de Mauritania, Santa

Santa Marciana, originaria de "Rusuccur" (actualmente Tigzirt), en Mauritania, abandonó valientemente todas las ventajas que procura el mundo para ir a encerrarse en una celda en Cesarea y guardar intacta su virginidad, bajo la mirada de Dios.

Sin embargo, ella creyó que era su deber declarar la guerra a la idolatría que entonces reinaba en África. Un día, al atravesar la plaza pública, no pudo soportar ver expuesta una estatua de Diana y le rompió la cabeza.

La apresaron, la golpearon con varas, y, después, la condenaron a morir en el anfiteatro, desgarrada por los dientes de las fieras. Cuando esperaba este último suplicio, la entregaron a los gladiadores para que violaran su castidad, pero Dios no permitió esta infamia.

Al llegarse la fecha del suplicio, Marciana fue expuesta primero a un león que no le hizo daño alguno; después, un toro se lanzó sobre ella y le hundió los cuernos en el pecho, con lo que cayó de bruces sobre el suelo, casi sin sentido. Por último, un leopardo la destrozó y en este tormento expiró.

Los manuscritos de las Actas no están de acuerdo sobre la fecha del martirio, 9 de enero, 9 ó 12 de julio. Baronio, en sus notas al Martirologio Romano, estima que el 12 de julio marca una traslación de reliquias y el 9 de enero, el aniversario del martirio. El 12 de julio el Martirologio menciona una santa Marciana, virgen y mártir, en Toledo. Baronio piensa que se trata de santa Marciana de Mauritania, venerada en Toledo. En el breviario mozárabe se encuentra un bello himno en su honor.

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Fuente: Enciclopedia Católica
Pío I, Santo X Papa, 11 de julio  

Pío I, Santo

X Papa

Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de san Pío I, papa, hermano de Hermas, autor éste de una obra cuyo título es El Pastor, denominación que bien mereció el santo Pontífice, pues durante quince años fue de verdad un buen pastor que guardó la Iglesia (155).

Etimológicamente: Pío = Aquel que es piadoso, es de origen latino.

 


Fecha de nacimiento desconocida: nombrado Papa hacia el año 140 hasta el 154. De acuerdo con la lista más antigua del Papado, dado por Ireneo, Pío fue el noveno sucesor de S. Pedro. El único dato cronológico que poseemos es supuesto por el año de la muerte de S. Policarpo de Esmirna, el cual está referido con gran certeza al año 155-6.

En su visita a Roma en el año anterior a su muerte, Policarpo se presento ante Aniceto, el sucesor de Pío. Obispo de allí. Por consecuencia la muerte de Pío debió haber ocurrido cerca del año 154. El "Liber Pontificalis" dice que el padre de Pío era Rufino y lo declara nativo de Alquileia, sin embargo es probablemente una conjetura de autor que había escuchado de Rufino de Alquileia.

Durante el pontificado de Pío, la Iglesia Romana, fue visitada por varios herejes, que buscaban propagar sus falsas doctrinas entre los fieles de esta capital. El gnóstico Valentín que había hecho su aparición durante el pontificado del Papa Higinio, continuómostrando esas herejías, aparentemente no sin éxito. El gnóstico Cerdos estuvo activo también en Roma, en este perdido, durante el cual Marción llegó a la capital. Excomulgado por Pío, fue el último fundador de esta doctrina herética. Tambien maestros católicos visitaron la iglesia romana, el más importante fue S. Justino, el cual expuso las enseñanzas cristianas, durante el pontificado de Pío y el de su sucesor.

De esta manera, adquiere una gran actividad la comunidad cristiana de Roma, la cual es claramente visitada como el centro de la iglesia. El "Liber Pontificalis" habla de la decisión de este Papa de que los judíos convertidos al cristianismo deberían ser admitidos y bautizados. No sabemos que quiere decir con esto, sin duda aquí el autor de "Liber pontificalis", como casi siempre, refiere al Papa un decreto válido en la iglesia de su propio tiempo.

Una tardía leyenda, se refiere a la fundación de dos iglesias, la "titulus pudentis" (ecclesia Pudentiana) y la "titulus Praxedis", del tiempo de este Papa, del cual se supone también, que construyo un baptisterio cerca y haber ejercido funciones episcopales allí. Sin embargo esta leyenda, no tiene credibilidad histórica. Estas dos iglesias vinieron a existir en el siglo IV, y es posible que ellas sustituyeron a las casas cristianas en las cuales los fieles de Roma se reunían para los servicios divinos antes del tiempo de Constantino.

La leyenda sin embargo puede no estar alejada, en sus pruebas de este hecho. En muchos escritos posteriores (ej. Liber Pontificalis) el "Pastor" o "Shepherd" en el trabajo de Hermas, y desde el puesto de Pastor y Obispo Romano le es asignado un importante papel en la fundación de esas iglesias.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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