jueves, 11 de abril de 2013

Viernes de 2da semana de Pascua. 12/04/2013. PELICULA. Santa Teresa de los Andes ¡ruega por nosotros!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús pasó a la otra orilla del lago de Tiberíades. Lo seguía 
mucha gente, porque veían los signos que hacía con los enfermos. Jesús subió a 
la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba 
próxima la fiesta judía de la pascua. Al ver Jesús que mucha gente acudía a él, 
dijo a Felipe: 
«¿Dónde podríamos comprar pan para dar de comer a todos éstos?»
Dijo esto para ver su reacción, pues él ya sabía lo que iba a hacer. Felipe le 
respondió: 
«Con doscientos denarios no compraríamos bastante pan para que cada uno tomara 
un poco». 
Entonces intervino otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, 
diciendo: 
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es 
ésto para tanta gente?» 
Jesús mandó que se sentaran todos, pues había mucha hierba en aquel lugar. Eran 
unos cinco mil hombres. Luego tomó los panes, y después de haber dado gracias a 
Dios, los distribuyó entre todos. Hizo lo mismo con los peces y les dio todo lo 
que quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: 
«Recojan lo que ha sobrado, para que no se pierda nada». 
Lo hicieron así, y con lo que sobró de los cinco panes llenaron doce canastos. 
Cuando la gente vio aquel signo, exclamó: 
«Este hombre es verdaderamente el profeta que debía venir al mundo». 
Jesús se dio cuenta de que pretendían proclamarlo rey. 
Entonces se retiró de nuevo a la montaña, él solo.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

272vie 2a. Sem Pascua

Antífona de Entrada

Señor, con tu sangre has rescatado a hombres y mujeres de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones; has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.

Oración Colecta

Oremos:
Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu 
Hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz; concédenos llegar con él a la 
gloria de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura

Los apóstoles se retiraron del Consejo, felices de haber padecido ultrajes por el nombre de Jesús

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5, 34-42

En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por 
todo el pueblo, tomó la palabra en medio del Consejo, mandó que sacaran fuera 
unos momentos a los 
apóstoles, y dijo:
«Israelitas, piensen bien lo que van a hacer con estos hombres. Porque hace 
algún tiempo apareció un tal Teudas con la pretensión de ser alguien importante, 
y lo siguieron unos cuatrocientos hombres; pero fue ejecutado, y todos los que 
lo seguían se dispersaron. 
Después de éste, surgió Judas el Galileo en los días del censo, y arrastró 
detrás de sí al pueblo; pero también él pereció, y todos sus seguidores se 
dispersaron. En este caso mi consejo es que se olviden de estos hombres y los 
dejen en paz; porque, si lo que ellos se proponen hacer es cosa de hombres, 
desaparecerá; pero si procede de Dios, ustedes no podrán destruirlo. No corran 
el riesgo de luchar contra Dios».
Todos aceptaron su consejo. Hicieron llamar a los apóstoles, los azotaron, les 
prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos salieron de la 
presencia del Consejo alegres de haber merecido tales injurias por causa del 
nombre de Jesús.
Y día tras día, tanto en el templo como por las casas, no cesaban de enseñar y 
anunciar que Jesús es el Mesías.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 26, 1.4.13-14

El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará temblar?
El Señor es mi luz y mi salvación.

Una cosa pido al Señor; esto es lo único que busco: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, disfrutar de la dulzura del Señor frecuentando su templo.
El Señor es mi luz y mi salvación.

Espero gozar los bienes del Señor en la tierra de los vivos. Espera en el Señor, sé fuerte; ten ánimo, espera en el Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya. 
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca 
de Dios. 
Aleluya.

Evangelio

Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús pasó a la otra orilla del lago de Tiberíades. Lo seguía 
mucha gente, porque veían los signos que hacía con los enfermos. Jesús subió a 
la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba 
próxima la fiesta judía de la pascua. Al ver Jesús que mucha gente acudía a él, 
dijo a Felipe: 
«¿Dónde podríamos comprar pan para dar de comer a todos éstos?»
Dijo esto para ver su reacción, pues él ya sabía lo que iba a hacer. Felipe le 
respondió: 
«Con doscientos denarios no compraríamos bastante pan para que cada uno tomara 
un poco». 
Entonces intervino otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, 
diciendo: 
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es 
ésto para tanta gente?» 
Jesús mandó que se sentaran todos, pues había mucha hierba en aquel lugar. Eran 
unos cinco mil hombres. Luego tomó los panes, y después de haber dado gracias a 
Dios, los distribuyó entre todos. Hizo lo mismo con los peces y les dio todo lo 
que quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: 
«Recojan lo que ha sobrado, para que no se pierda nada». 
Lo hicieron así, y con lo que sobró de los cinco panes llenaron doce canastos. 
Cuando la gente vio aquel signo, exclamó: 
«Este hombre es verdaderamente el profeta que debía venir al mundo». 
Jesús se dio cuenta de que pretendían proclamarlo rey. 
Entonces se retiró de nuevo a la montaña, él solo.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos y santifícalos por medio 
de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio

La nueva vida en Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte 
siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, 
ha sido inmolado.
Por él, los hijos de la luz amanecen a la vida eterna, los creyentes atraviesan 
los umbrales del Reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra 
muerte ha sido vencida y en su resurrección hemos resucitado todos.
Por eso, 
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y 
también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el 
himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra

justificación. Aleluya.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la 
pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea fuente de todas nuestras 
alegrías.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

___________________________________________________________________________________________

 

Meditación diaria

 

Pascua. 2ª semana. Viernes

MEDIOS HUMANOS Y MEDIOS SOBRENATURALES

— Hacer lo que esté en nuestras manos, aunque sea muy poco. El Señor pone el incremento.

— Optimismo sobrenatural: contar con el Señor y con su poder.

— De la conjunción de los medios humanos y de los sobrenaturales dependen los frutos del apostolado. Somos instrumentos del Señor para hacer obras que superan nuestra propia capacidad.

I. Leemos en el Evangelio de la Misa1 que Jesús se retiró a un lugar solitario con sus discípulos, a la otra parte del lago de Tiberíades. Pero como sabemos por otros relatos evangélicos, cuando las muchedumbres se dieron cuenta, le siguieron. El Señor acogió a estas gentes que le buscan: les hablaba del Reino de Dios, y daba la salud a los que carecían de ella2. Jesús se compadece del dolor y de la ignorancia.

Empezaba a declinar el día3. El Señor se ha detenido largamente, desvelando los misterios del Reino de los Cielos, dando paz y consuelo. Los Apóstoles, inquietos por la hora avanzada y la lejanía del lugar, se ven en la necesidad de advertir al Maestro: Despide a la muchedumbre, para que vayan a los pueblos y aldeas de alrededor, a buscar albergue y a proveerse de alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto4.

El Señor les sorprende con su pregunta: ¿Con qué compraremos panes para que coman estos? Les hace ver la falta de medios económicos: Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo5. Pero los Apóstoles hacen lo que pueden: encuentran cinco panes y dos peces. No poseen más medios. Y había unos cinco mil hombres. Demasiada gente para lo que habían conseguido.

A veces, también nos hace ver Jesús a nosotros que los problemas nos superan, que podemos poco o nada ante la situación que tenemos por delante. Y nos pide que no nos fijemos demasiado en los recursos humanos, porque nos llevarían al pesimismo, sino que nos apoyemos más en los medios sobrenaturales. Nos pide ser sobrenaturalmente realistas; es decir, contar con Jesús, con su poder.

Quiere el Señor que huyamos tanto de pensar en el esfuerzo humano como única ayuda, como de la pasividad, que bajo pretexto de un abandono total en las manos de Dios convierte la esperanza en una pereza espiritual disimulada.

El Señor utiliza lo que hay: unos pocos panes y unos pocos peces, lo único que habían podido recoger los Apóstoles. Él puso lo demás. Pero no quiso prescindir de los medios humanos, aunque fueran pocos. Así hace el Señor en nuestra vida: no quiere que, por ser insuficientes o escasos los instrumentos con que contamos, nos quedemos sin hacer nada. Nos pide Jesús fe, obediencia, audacia y hacer siempre lo que esté en nuestras manos; no dejar de poner ningún medio humano a nuestro alcance y, a la vez, contar con Él, conscientes de que nuestras posibilidades son siempre muy pequeñas. "También el agricultor, cuando camina surcando el campo con el arado o esparciendo la semilla, padece frío, soporta las molestias de la lluvia, mira el cielo y lo ve triste, y, sin embargo, continúa sembrando. Lo que teme es detenerse considerando las tristezas de la vida presente y que después pase el tiempo y no encuentre nada que segar. No lo dejéis para más tarde, sembrad ahora"6, aunque parezca que el campo no va a dar fruto. No esperemos a tener todos los medios humanos, no esperemos a que desaparezcan todas las dificultades. En lo sobrenatural, siempre hay fruto: el Señor se encarga de ello, el Señor bendice nuestros esfuerzos y los multiplica.

II. Cuando Jesús envía a sus discípulos en su primera misión apostólica, les dice: No llevéis oro, ni plata, ni dinero en vuestras fajas, ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón, porque el que trabaja merece su sustento7. Les urge para que salgan sin demora al cumplimiento de su labor. Y para que, desde el principio, aprendan a apoyarse en los medios sobrenaturales, les quita toda ayuda humana.

Salen así los Apóstoles -sin nada- para que se vea que no son suyas las curaciones, las conversiones, los milagros que realizan; que sus cualidades humanas no bastan para que las gentes se dispongan a recibir el Reino de Dios. No deben preocuparse por carecer de bienes materiales y de cualidades humanas extraordinarias; lo que falte, Dios lo proveerá en la medida necesaria.

Esta audacia santa se repite una y otra vez en todo apostolado. ¡Cuántas cosas grandes se han acometido sin disponer de los medios humanos más imprescindibles! Así han obrado los santos. Ellos han conocido bien que "Cristo, enviado por el Padre, es la fuente y origen de todo apostolado en la Iglesia"8. Cuando el cristiano está persuadido de lo que Dios quiere, se ha de detener solo en lo imprescindible para hacer un recuento de los medios de que dispone. "En las empresas de apostolado está bien -es un deber- que consideres tus medios terrenos (2 + 2 = 4), pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando: Dios + 2 + 2..."9.

La misma enseñanza podemos sacar de la Primera lectura de la Misa de hoy, que recoge las palabras de Gamaliel, el maestro de San Pablo, al Sanedrín, aconsejándoles lo que han de hacer con los Apóstoles. Después de recordar algunos ejemplos de iniciativas puramente humanas -las insurrecciones de Teudas y Judas el Galileo-, fracasadas con la muerte de sus promotores, añade: En el caso presente, mi consejo es este: No os metáis con esos hombres; soltadlos. Si este designio o esta obra es cosa de hombres, se dispersarán; pero si es cosa de Dios, no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios10. Nuestra seguridad y optimismo al trabajar por Dios se fundamentan en que Él no nos abandona. Si Deus pro nobis, quis contra nos?Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?11.

Contar siempre con Dios en primer lugar, es buena señal de humildad. Los Apóstoles lo aprendieron bien y lo pusieron en práctica en su tarea evangelizadora, después de la Resurrección. ¿Quién es Apolo? ¿Quién Pablo? Ministros de Aquel en quien habéis creído. Yo planté, Apolo regó, pero es Dios quien ha dado el incremento12, dirá San Pablo.

No obstante, el Señor también nos pedirá que pongamos todos los medios humanos a nuestro alcance, como si de ello dependiera todo el éxito de la empresa.

III. En la primera misión apostólica, el Señor les indicó expresamente: no llevéis bolsa, ni alforja... Comprendieron en aquella primera salida apostólica que Jesús es quien daba la eficacia: las curaciones, las conversiones, los milagros no se debían a sus cualidades humanas, sino a la fuerza divina de su Maestro.

Antes del último viaje a Jerusalén, Jesús complementa la enseñanza de la primera misión apostólica. Y les pregunta: Cuando os envié sin bolsa ni alforja, ni calzado, ¿acaso os faltó algo? Nada, le respondieron. Entonces les dijo: Ahora, en cambio, el que tenga bolsa, que la lleve; y del mismo modo alforja; y el que no tenga, que venda su túnica y compre una espada13. Siendo los medios sobrenaturales lo primero en todo apostolado, quiere el Señor que utilicemos todas las posibilidades humanas a nuestro alcance. La gracia no suplanta la naturaleza, y no podemos pedir ayudas extraordinarias del Señor cuando, por los conductos ordinarios, ha puesto Dios en nuestras manos los instrumentos que necesitamos. Una persona "que no se esforzara por hacer lo que está de su parte, esperándolo todo del auxilio divino, tentaría a Dios"14, y la gracia de Dios dejaría de actuar.

De ahí la importancia de cultivar las virtudes humanas, soporte de las sobrenaturales y medio necesario en el afán de acercar a los demás a Dios. ¿Cómo vamos a presentar de modo atrayente la vida cristiana si no somos alegres, trabajadores, sinceros, buenos amigos...? "Hay algunos que, cuando hablan de Dios, o del apostolado, parece como si sintieran la necesidad de defenderse. Quizá porque no han descubierto el valor de las virtudes humanas y, en cambio, les sobra deformación espiritual y cobardía"15.

Al hacer apostolado hemos de utilizar también los medios materiales, que son buenos porque los hizo Dios para servicio del hombre: Todas las cosas son vuestras –nos dice San Pablo–: el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro16. Y, a la vez, tendremos presente que perseguimos un efecto que supera, con distancia infinita, la capacidad de estos medios: llevar los hombres a Cristo, que se conviertan y comiencen una vida nueva.

Por esto, no esperaremos a tener todos los medios (quizá no lleguemos a tenerlos nunca), ni dejaremos de hacer ciertos trabajos, o de empezar otros nuevos. "Se comienza como se puede"17. Y el Señor nos bendecirá, especialmente al ver nuestra fe, la confianza en Él, y el interés y esfuerzo para tener disponible todo lo necesario. Dios, si quisiera, podría prescindir de estos medios, pero cuenta, sin embargo, con nuestra voluntad de ponerlos a su servicio.

"¿Has visto? —¡Con Él, has podido! ¿De qué te asombras?

"—Convéncete: no tienes de qué maravillarte. Confiando en Dios –¡confiando de veras!–, las cosas resultan fáciles. Y, además, se sobrepasa siempre el límite de lo imaginado"18.

1 Jn 6, 1-15. — 2 Lc 9, 11. — 3 Lc 9, 12. — 4 Ibídem. — 5 Jn 6, 5-7. — 6 San Agustín, Comentario sobre el Salmo 125, 5; PL 36, 164. — 7 Mt 10, 9-10. — 8 Conc. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, 4. — 9 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 471. — 10 Hech 5, 38-39. — 11 Rom 8, 31. — 12 1 Cor 3, 5-6. — 13 Lc 22, 35-36. — 14 Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 53, a. 4 ad 1. 15 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 37. — 16 1 Cor 3, 22. — 17 Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, n. 488. — 18 ídem, Surco, n. 123.

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Teresa de Jesús de los Andes Monja Carmelita, Abril 12  

Teresa de Jesús de los Andes

Religiosa Carmelita

Martirologio Romano: En la ciudad de Los Andes, en Chile, santa Teresa de Jesús (Juana) Fernández Solar, virgen, que, siendo novicia en la Orden de Carmelitas Descalzas, consagró, como ella misma decía, su vida a Dios por el mundo pecador, muriendo de tifus a los veinte años de edad (1920).

Etimológicamente: Teresa = Aquella que es experta en la caza, es de origen griego.

 


Teresa de Jesús de Los Andes (Juanita Fernández Solar) es la primera chilena y la primera carmelita americana que ha alcanzado el honor de los altares. Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, en el seno de una familia acomodada, muy cristiana.
Desde los 6 años asistía con su madre casi a diario a la santa misa y suspiraba por la comunión, que recibió por primera vez el 1 de septiembre de 1910. Desde entonces procuraba comulgar diariamente y pasar largo rato en diálogo amistoso con Jesús.

También desde su niñez vivió una intensa vida mariana, que fue uno de los grandes cimientos de su vida espiritual. El conocimiento y amor de la Madre de Dios vivificó y sostuvo todos los momentos de su camino en el seguimiento de Cristo.

Hizo sus estudios en el colegio del Sagrado Corazón. Profundamente afectiva, se creía incapaz de vivir separada de los suyos. Sin embargo, asumió generosamente la prueba de estudiar en régimen de internado los tres últimos cursos, como entrenamiento para la separación definitiva, que se consumaría el 7 de mayo de 1919, ingresando en las Carmelitas Descalzas de Los Andes.

Se había sentido llamada al Carmelo a los 14 años. Y, mediante la lectura de los santos carmelitas y la frecuente correspondencia con la priora de Los Andes, fue preparándose, de suerte que es admirable la clarividencia con que, desde sus 17 años, expone el ideal de la carmelita y el ardor con que defiende su vida contemplativa. Ella la abrazó ilusionada por verdadero amor al mundo; para serle más útil como testigo de la dimensión espiritual del hombre, y para contribuir con su sacrificio a que la sangre de Cristo se derrame sobre la humanidad y la purifique.

No alcanzando a vivir ni un año entero en el convento, murió el 12 de abril de 1920. Las religiosas aseguraban que al entrar ya era santa. De modo que, en tan corto tiempo, pudo consumar la carrera a la santidad que había iniciado muy en serio mucho antes de su primera comunión: "Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca", decía.

Estaba siempre dispuesta a servir y a sacrificarse por los demás, sobre todo para que reinaran la alegría y la felicidad, para hacer amable y atractiva la virtud. Su vida fue enteramente normal y equilibrada.

Alcanzó una envidiable madurez integrando en la más armoniosa síntesis lo divino y lo humano: oración, estudios, deberes hogareños... y deporte -al que era muy aficionada- destacando en natación y equitación.

Su santuario, visitado por más de cien mil peregrinos cada mes, se ha convertido en uno de los centros espirituales más concurridos de Chile.

Fue beatificada por el Papa Juan Pablo 11 en Santiago de Chile el 3 de abril de 1987, y canonizada en la basílica de San Pedro el domingo 21 de marzo de 1993.

Nota: Hoy 12 de julio se la festeja en el calendario carmelita, el Martirologio Romano la recuerda el 12 de abril, el día de su ingreso a la Casa del Padre.

 


 01:04:27

SANTA TERESA DE LOS ANDES-capitulo 1.

 

 01:17:40

SANTA TERESA DE LOS ANDES-capitulo 2

 

 01:12:38

SANTA TERESA DE LOS ANDES-CAP3

 

 01:12:38

SANTA TERESA DE LOS ANDES-capitulo 4

 

 01:43:24

SANTA TERESA DE LOS ANDES-capitulo 5 Y ULTIMO.

 

 19:27

SANTA TERESA DE LOS ANDES-BENDITOS DE MI PADRE

 

 15:50

TERESITA AMIGA DE LOS NIÑOS

 

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Julio I, Santo Papa, Abril 12  

Julio I, Santo

XXXV Papa

Se conocen pocos datos de su vida anterior a la elección para Sumo Pontífice el 6 de febrero del 337, muerto el papa Marcos y después de ocho meses de sede vacante. El Liber Pontificalis nos dice que era romano y que su padre se llamaba Rústico.

La primera de las actuaciones que deberá realizar -que le seguirá luego por toda su vida- está directamente relacionada con la lucha contra el arrianismo. Había sido condenada la herejía en el Concilio universal de Nicea, en el 325; pero una definición dogmática no liquida de modo automático un problema, cuando las personas implicadas están vivas, se aferran a sus esquemas y están preñadas de otros intereses menos confesables.

A la muerte del emperador Constantino, por decreto, pueden regresar a sus respectivas diócesis los obispos que estaban en el destierro. Es el caso de Atanasio que vuelve a su legítima sede de Alejandría con el gozo de los eclesiásticos y del pueblo. Pero los arrianos habían elegido para obispo de esa sede a Pisto y comienzan las intrigas y el conflicto. El Papa Julio recibe la información de las dos partes y decide el fin del pleito a favor de Atanasio.

Eusebio de Nicomedia, Patriarca proarriano con sede en Constantinopla, envía una embajada a Roma solicitando del papa la convocatoria de un sínodo. Por su parte, Atanasio -recuperadas ya sus facultades de gobierno- ha reunido un importante sínodo y manda al papa las actas que condenan decididamente el arrianismo y una más explícita profesión de fe católica.

Julio I, informado por ambas partes, convoca el sínodo pedido por los arrianos. Pero estos no envían representantes y siguen cometiendo tropelías.

Muere Eusebio y le sucede Acacio en la línea del arrianismo. Otro sínodo arriano vuelve a deponer a Atanasio y nombra a Gregorio de Capadocia para Alejandría.

El papa recoge en Roma a los nuevamente perseguidos y depuestos obispos con Atanasio a la cabeza. Como los representantes arrianos siguen sin comparecer, Julio I envía pacientemente a los presbíteros Elpidio y Filoxeno con un resultado nulo en la gestión porque los arrianos siguen rechazando la cita que pidieron.

En el año 341 se lleva a cabo la convocatoria del sínodo al que no quieren asistir los arrianos por más que fueron ellos los que lo solicitaron; ahora son considerados por el papa como rebeldes. En esta reunión de obispos se declara solemnemente la inocencia de Atanasio; el papa manda una encíclica a los obispos de Oriente comunicando el resultado y añade paternalmente algunas amonestaciones, al tiempo que mantiene con claridad la primacía y autoridad de la Sede Romana.

Los arrianos se muestran rebeldes y revueltos; en el mismo año 341 reúnen otro sínodo en Antioquía que reitera la condenar a Atanasio y en el que se manifiestan antinicenos.

Estando así las cosas, el papa Julio I decide convocar un concilio más universal. En este momento se da la posibilidad de contar con la ayuda de Constancio y Constante -hijos de Constantino y ahora emperadores- que se muestran propicios a apoyar las decisiones del encuentro de obispos arrianos y católicos. El lugar designado es Sárdica; el año, el 343; el presidente, el español -consejero del emperador- Osio, obispo de Córdoba. El papa envía también por su parte legados que le representen.

Pero se complican las cosas. Los obispos orientales arrianos llegan antes y comienzan por su cuenta renovando la exclusión de Atanasio y demás obispos orientales católicos. Luego, cuando llegan los legados que dan legitimidad al congreso, se niegan a tomar parte en ninguna deliberación, apartándose del Concilio de Sárdica, reuniendo otro sínodo en Philipópolis, haciendo allí otra nueva profesión de fe y renovando la condenación de Atanasio. El bloque compacto de obispos occidentales sigue reunido con Osio y los legados.

Celebran el verdadero Concilio que declara la inocencia de Atanasio, lo repone en su cargo, hace profesión de fe católica y excomulga a los intrusos rebeldes arrianos. Como conclusión, se ha mantenido la firmeza de la fe de Nicea, reforzándose así la ortodoxia católica.

Aún pudo Julio I recibir una vez más en Roma al tan perseguido campeón de la fe y ortodoxia católica que fue Atanasio, cuando va a agradecer al primero de todos los obispos del orbe su apoyo en la verdad, antes de volver a Alejandría.

Julio I escribirá otra carta más a los obispos orientales y de Egipto.

En los 15 años de papado, sobresale su gobierno leal no exento de muchas preocupaciones y desvelos por defender la verdad católica. La lealtad a la fe y la búsqueda de la justicia en el esclarecimiento de los hechos fueron sus ejes en toda la controversia posnicena contra el arrianismo. Su paciente gobierno contribuyó a la clarificación de la ortodoxia fortaleciendo la primacía y autoridad de la Sede Romana.

___________________________________________________________________________________________

José Moscati, San El médico santo, Abril 12  

José Moscati, San

El Médico Santo
(1880-1927)


El doctor José Moscati nació en Benevento (Italia), el 25 de julio de 1880. Ingresó a la universidad para estudiar medicina y a los veintidós años de edad se graduó con las mejores calificaciones de su generación. Se levantaba diariamente muy temprano para ir a misa y recibir la comunión. Después se dirigía a las colonias pobres para ver algunos enfermos y a las ocho treinta de la mañana iniciaba el trabajo en el hospital.

Sus pacientes predilectos eran los pobres. Basta narrar un episodio que sucedió en los últimos años de su vida. Desde hacía tiempo atendía a un anciano pobre. Ya que no podía visitarlo en su casa con la frecuencia deseada, le pidió que todos los días fuera a desayunar al café situado junto a la iglesia donde acudía diariamente a misa y así lo podía ver. El día en que el anciano no iba a desayunar, el doctor acudía a su domicilio para asistirlo. De los pobres nunca aceptaba honorarios, antes bien los curaba a sus expensas o los ayudaba sin hacerse notar.

Después de la muerte del doctor, su hermana Ana aseguró que durante su vida, dedicó todas sus ganancias -que no eran pocas- a los pobres, sin quedarse con nada.

Cuando sucedió la erupción del Vesubio en 1906, fue de voluntario a Torre del Greco donde había un gran hospital, con la orden de desalojarlo. Durante más de veinte horas ayudó a trasladar enfermos a un lugar seguro. Cuando todos estaban a salvo, el techo del edificio se derrumbó por el peso de las cenizas. Durante la epidemia de cólera de 1911 en Nápoles, se mantuvo en su puesto a pesar de que los demás médicos se ausentaban, sosteniendo con abnegación heroica las tareas más difíciles en las zonas más afectadas de la ciudad.

En 1911 fue nombrado director del Hospital de Incurables y se le encomedó la formación de los estudiantes de medicina. Son suyas estas palabras dirigidas a uno de ellos: "Ama la verdad; muéstrate cual eres, sin fingimientos, sin miedos, sin miramientos. Y si la verdad te cuesta persecución, acéptala; y si tormento, sopórtalo. Y si por la verdad tuvieras que sacrificarte a ti mismo y a tu vida, sé fuerte en el sacrificio".

Su densa jornada, llena de ocupaciones en el hospital, la universidad, el consultorio y las visitas domiciliarias, quebrantaron su salud. Murió el 12 de abril de 1927. Aquella mañana, como siempre, asistió al hospital, visitando a numerosos enfermos. Hacia las tres de la tarde se sentó en un sillón, donde murió.

Entre los primeros que acudieron a rezar ante su cadáver estuvo el cardenal Ascalesi, quien ante los presentes, pronunció estas conmovedoras palabras: "El doctor pertenecía a la Iglesia; no a aquella de quienes sanó el cuerpo, sino de la de quienes salvó el alma y que salieron a su encuentro mientras subía al cielo". Fue beatificado en 1975 por el papa Pablo VI y canonizado el 25 de octubre de 1987 por el papa Juan Pablo II.

___________________________________________________________________________________________

Zenón de Verona, Santo Obispo, Abril 12  

Zenón de Verona, Santo

Obispo

Etimológicamente significa "relativo a al dios Zeus". Viene del griego y del latín.

Cuando se visita la preciosa ciudad de Verona, acude a la mente la imagen de este santo. Los ojos no sólo contemplan el anfiteatro – bien conservado – o la casa de Julieta, sino que también se da una vuelta para visitar la iglesia de san Zenón.

El murió hacia el año 380. Se le conocía solamente gracias a los cien sermones que se le atribuyen.

Se sabe que fue obispo de Verona, cerca de Venecia en el 362. Lo primero que aparece de su figura ,está en Juliano el Apóstata (361-363). Es el caso de un clérigo pagano restablecido en su cargo durante el imperio, pero al que se le prohibió que hiciera proselitismo entre los cristianos.

Otro dato es el que proviene de Teodosia. Fue ella quien proclamó el cristianismo como religión del Estado.

El obispo Zenón vivía al modo, al estilo propio que llevaban los apóstoles.

Se le suele representar en el arte e iconografía como el santo que lleva un pez para recordarnos que, si no quieres estar a cargo de nadie, debes ir a pescar al río o al mar para comer lo necesario.

Buena idea y magnífica lección la que nos deja su simbología que, como siempre, trasciende la mirada hacia delante y nunca hacia atrás.

Si visitas Verona, además de lo típico en las guías turísticas, acércate un rato a contemplar el templo de san Zenón.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Vatican.va
David Uribe Velasco, Santo Mártir, 12 de abril  

David Uribe Velasco, Santo

Nació en Buenavista de Cuéllar, Gro. (Diócesis de Chilapa), el 29 de diciembre de 1889.

Párroco de Iguala, Gro. (Diócesis de Chilapa). Ejerció ejemplarmente su ministerio en una región atacada por la masonería, el protestantismo y un grupo de cismáticos.

El militar que le apresó le propuso toda clase de garantías y libertad si aceptaba las leyes y el ser obispo de la Iglesia cismática creada por el Gobierno de la República, pero el Padre David reafirmó lo que había escrito un mes antes, y que revela toda la fuerza de su fe y de su fidelidad: "Si fui ungido con el óleo santo que me hace ministro del Altísimo, ¿por qué no ser ungido con mi sangre en defensa de las almas redimidas con la sangre de Cristo? !Qué felicidad morir en defensa de los derechos de Dios! ¡Morir antes que desconocer al Vicario de Cristo!"

Ya en la prisión escribió sus últimas palabras: "Declaro que soy inocente de los delitos que se me acusa. Estoy en las manos de Dios y de la Virgen de Guadalupe. Pido perdón a Dios y perdono a mis enemigos; pido perdón a los que haya ofendido".

Llegado a un lugar cercano a la estación de San José Vistahermosa, Mor. (Diócesis de Cuernavaca). Apenas hubo pisado tierra, se puso de rodillas y desde lo más profundo de su alma imploró de Dios el perdón de sus pecados y la salvación de México y de su Iglesia.Se levantó tranquilo y dirigiéndose a los soldados con paternal acento, les dijo: "Hermanos, hínquense que les voy a dar la bendición. De corazón les perdono y solo les suplico que pidan a Dios por mi alma. Yo, en cambio, no los olvidaré delante de El".

Levantó firme su diestra y trazó en el aire el signo luminoso de la Cruz; después repartió entre los mismos su reloj, su rosario, un crucifijo y otros objetos.

Sus restos descansan en la en el iglésia de San Antonio de Padua en su pueblo natal de Buenavista de Cuéllar.

Fue sacrificado con un tiro en la nuca el 12 de abril de 1927.

Los 25 santos canonizados el 21 de mayo del 2000 fueron:

Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote
Roman Adame Rosales, Sacerdote
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote
Luis Batis Sainz, Sacerdote
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote
Margarito Flores Garcia, Sacerdote
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote
David Galvan Bermudez, Sacerdote
Salvador Lara Puente, Laico
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Sacerdote
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote
Manuel Morales, Laico
Justino Orona Madrigal, Sacerdote
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote
David Roldan Lara, Laico
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote
Jenaro Sanchez Delgadillo
David Uribe Velasco, Sacerdote
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote

Para ver las biografías de los Mártires Mexicanos del siglo XX
Haz Click AQUI

___________________________________________________________________________________________

Alferio, Santo Abad, Abril 12  

Alferio, Santo

Nacido en Salermo, Italia, en el año 930.

Miembro de la noble familia Pappacarbone. Era embajador para el Duque Gisulf de Salermo, cuando cayó tremendamente enfermo en la abadía de Chiusa, Italia, él prometió a Dios que si sobrevivía, le entregaría su vida a Él asumiendo una vida religiosa.

Cuando él se recuperó, se hizo monje en Cluny, Francia, entrenado por San Odilio.

El Duque Gisulf lo llamó nuevamente a Salermo para reformar los monasterios en esa región. Alferio tuvo éxito moderado en esta tarea.

Se volvió ermitaño en la Montaña Fenestra cerca de Salerno en el año 1011.

Su reputación de santidad y sabiduría se extendió por toda la region, por lo que muchos estudiantes se acercaban a él, de entre ellos seleccionó doce, y fundó la abadía Benedictina de la Santísima Trinidad de La Cava bajo la regla de Cluniac.

La abadía se volvió el modelo a seguir para otras fundaciones en la zona; esta red de casas se volvieron una fuerza poderosa para la civilización y religión en Sicilia e Italia del sur.

Vivió hasta los 120 años de edad, y gobernó la abadía hasta el día de su muerte; ese día el celebro Misa y lavó los pies de sus hermanos, incluso el futuro Papa Victor III. Era el Jueves Santo del año 1050.

Su culto fue confirmado en el año 1893 por S.S. León XIII

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

Evangelio+unsubscribe@googlegroups.com

NO debe colocarlo en CC sino en "Para/To"

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.